Recursos Humanos RRHH Press. El nacimiento de nuevos autónomos, emprendedores que se lanzan a la aventura de crear su empleo, ha venido emparejado con el incremento de consultas relacionadas con el estrés y otros problemas vinculados a la gestión emocional derivados de esta actividad.
Así lo aseguran desde, Coaching Club, especialista en gestión emocional y coaching grupal, según el cual el 90% de los autónomos y emprendedores no sabe gestionar las emociones en su día a día profesional. El principal problema surge cuando la persona implicada debe establecer una separación y una distinción nítida entre el trabajo en sí y la conciliación familiar.
Verónica Rodríguez Orellana, Directora y terapeuta de Coaching Club, explica que "España es el país de Europa donde más ha crecido el emprendimiento por la obvia razón de la existencia de una desorbitada tasa de desempleo. Gran parte de este crecimiento está relacionada con el perfil del 'emprendedor forzoso', caracterizado por el individuo que ha decidido crear su propio modo de vida ante la imposibilidad de encontrar trabajo asalariado. Sin embargo, nadie ha preparado emocionalmente a estos audaces para la montaña rusa de tribulaciones y dificultades a la que se van a enfrentar”.
El 45% de los clientes que acuden a Coaching Club con este problema tiene una media de edad de 32 años, mientras que el grueso del porcentaje restante se concentra en el rango de los 40-45 años. Uno de los motivos para la consulta lo constituye la acumulación de las cargas personales y los elevados niveles de responsabilidad familiar que se tienen a esas edades
"Obsesionarse con la búsqueda de clientes, conseguir salir adelante día tras día, la exposición a la que se encuentran sometidos, la cantidad de horas de trabajo, la gestión de conflictos, picos de aumento y disminución repentina del volumen de trabajo, el cobro del trabajo y la eterna sensación de que nunca nada es suficiente... son muchos los factores que afectan a la gestión emocional de un emprendedor, y, aunque ello no está clasificado con ninguna patología, lo cierto es que afecta a 9 de cada 10 autónomos", explica Verónica Rodríguez.
Exceso de formación e información
Por otro lado, Coaching Club ha detectado que hay un exceso de información y de formación que satura al emprendedor. Normalmente se les venden, además, programas de liderazgo motivacional que incrementan sus niveles de auto exigencia. Sin embargo, sobre su salud emocional ni siquiera se habla. En el caso de las mujeres, se triplican los síntomas de malestar, más aún si la emprendedora tiene un hogar monoparental .
La palabra y el concepto en sí se están deteriorando; se discute acerca de la denominada burbuja del emprendimiento, lo que, a su vez, genera mayor estrés entre los profesionales que lo ejercitan. Todo ello, dejando de lado y sin contar con la brutal carga fiscal que el sector soporta y padece.
Los emprendedores deben saber gestionar emocionalmente su día a día y adaptarse a los picos de trabajo, con sus momentos de receso situados entre enero-febrero, las vacaciones y el verano.
Síntomas del emprendedor estresado
- Hiperconectividad. Pendientes en todo momento del móvil, correo electrónico, redes sociales...
- Cambios bruscos de humor
- Sentimiento de inestabilidad e incertidumbre
- Dificultad para disfrutar y desconectar
- Intenso sentido del deber e hiperresponsabilidad
- Sueño disruptivo
- Conflictos con la pareja a causa de la poca disponibilidad
Cómo superar estos síntomas
- Separar lo urgente de lo prioritario
- Aprender a gestionar la incertidumbre a través de alguna herramienta de gestión emocional
- Buscar una hora del día para dedicársela a uno mismo
- Estar atento a las necesidades personales
- No saltarse las comidas ni los momentos de actividad física ni los momentos importantes con la familia o los hijos
Cómo apoyar a un familiar que emprende
Comprender que si bien se empieza con una gran dosis de ilusión y confianza personal, habrá momentos de incertidumbre en los que los temores se pondrán de manifiesto para los emprendedores.
La familia y la pareja son aliados excelentes para un emprendedor, sobre todo para ayudarlo a poner un límite claro y afectivo entre el deber, el placer y la convivencia.
Verónica Rodríguez concluye que "en nuestras sesiones de coaching enseñamos a los emprendedores a que respeten sus tiempos personales, a gestionar sus emociones y a no comprar el discurso del líder que puede con todo y a toda hora. Un emprendedor no deja de ser alguien que debe manejar múltiples herramientas: finanzas, logística, atención al cliente, cobros y ser un todo terreno en un país en dónde no se pone fácil el camino a quien desea emprender".
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