Recursos Humanos RRHH Press. La OCDE viene alertando desde hace unos años sobre el problema que plantea la falta de espíritu emprendedor en las principales economías y aboga por una política inclusiva que apoye la creación de empresas y las actividades de autoempleo.
En su reciente publicación The Missing Entrepreneurs 2017, puesta de manifiesto por el Instituto de Estudios Económicos (IEE), la OCDE recalca la necesidad de fomentar el empresariado entre aquellos grupos que tienen una presencia menor en el mercado laboral, como las mujeres, los jóvenes, las personas mayores, los desempleados y los inmigrantes.
Las políticas deberían ir encaminadas a mejorar los aspectos regulatorios en la creación de empresas y facilitar el acceso a la financiación, entre otros, pero también se trata de fomentar la cultura empresarial, en general, y de acompañar a los empresarios en su nueva andadura mediante programas de formación y tutorías.
El análisis ofrece datos sobre la tasa de emprendedores incipientes o nacientes entre hombres y mujeres, y desvela que en la OCDE hay una tasa media del 7,4 % entre los hombres y del 4,9 % entre las mujeres, según datos para el periodo 2012‐2016.
El promedio de los países de la UE es más bajo, llegando a un 5,3 % entre los hombres y un 2,8 % entre las mujeres.
Entre los países de la OCDE destacan las elevadas tasas de Chile y México, figurando a continuación una serie de naciones de la Unión Europea, todas ellas miembros recientes como Chipre, Estonia y Letonia.
Estados Unidos cuenta con tasas altas tanto entre hombres como mujeres, con un 10,4 % y un 9,0 %, respectivamente. Rumania, República Checa, Luxemburgo, Irlanda y Hungría también logran situarse por encima del promedio de la OCDE.
En el entorno del 7 % de tasa de empresarios incipientes entre los hombres están Polonia, Lituania, Países Bajos, Austria y Suecia, mientras que Alemania, Bélgica, Finlandia, Dinamarca y Francia se sitúan por debajo del 5 %.
España ocupa el penúltimo lugar en la clasificación de la OCDE. Solo un 3 % de los hombres y un 2,1 % de las mujeres son empresarios incipientes en nuestro país.
Según advierte el IEE, “es evidente que hay que apostar por una política decidida de fomento de la cultura empresarial y apoyo a la creación de empresas, ya que son las empresas las que crean el empleo que hace falta para seguir bajando las tasas de paro”.
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