Hoy se celebra el Día Europeo de la Salud Sexual, un día para recordar y difundir que los derechos sexuales de las personas son derechos humanos, y no solo un concepto, según destacan desde Mindgram, plataforma europea B2B que ofrece apoyo integral a los empleados en el ámbito del bienestar,
Esta efeméride es una iniciativa de la Alianza Europea para la Salud Sexual, organización dedicada a concienciar a mujeres y hombres acerca de aplicar hábitos sexuales saludables en la población.
¿A qué se llama salud sexual?
La salud sexual es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “un estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad; no es solo la ausencia de enfermedad, disfunción o incapacidad. Para que la salud sexual se logre y se mantenga, los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y ejercidos a plenitud”.
La salud sexual lleva implícito un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad, así como de los diferentes tipos de relaciones, facilitando el tener experiencias sexuales placenteras y seguras. En nuestra sociedad es necesaria la educación sexual entre los distintos grupos de edad para formar en igualdad y libertad.
Evidentemente una sana salud sexual conlleva una buena salud mental, por lo que, cuanto más sólida, cómoda y libre de prejuicios sea la percepción de la propia sexualidad, más equilibrada será la salud mental de la persona.
Factores que afectan a la salud mental e influyen en la salud sexual
La depresión afecta a la salud sexual, ya que puede conducir a una baja autoestima. Este hecho suele propiciar que se omita la expresión de las emociones, por lo que las relaciones personales tienden a hacerse difíciles, pudiendo derivar en problemas sexuales.
Una baja libido puede provenir de un cúmulo de emociones negativas, siendo necesario comprender el origen para no provocar un distanciamiento en la pareja.
La falta de deseo puede originar cuadros de ansiedad, dificultando los encuentros con problemas de erección o lubricación, siendo ambos síntomas generadores de mayor ansiedad en una espiral negativa que es conveniente detectar y detener.
En ocasiones, son las hormonas, en concreto el hipotiroidismo y la baja testosterona, los causantes de la falta de deseo.
También puede darse el caso de que la toma de medicamentos pudiera tener un efecto secundario indeseado, como en algunos fármacos contra la hipertensión o ciertos antidepresivos.
En el caso de cerebros adictos al sexo, son situaciones que requieren de terapias específicas, ya que los efectos sobre la salud del individuo son evidentes, en lo que se deriva de la promiscuidad o la adicción a la pornografía y sus consecuencias a nivel familiar, social y clínico.
En cualquiera de estas situaciones, el primer paso es compartir esta realidad con una persona licenciada en psicología. En Mindgram son expertos en salud mental y sus especialistas escucharán con absoluto respeto la situación que le sea presentada.