Resultados diferentes

Ramón Oliver. Hoy traemos a “Topicazos" una frase atribuida a Albert Einstein que se ha convertido en todo un mantra del mundo del coaching: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo". La verdad es que resulta complicado buscarle las cosquillas a esta píldora de sabiduría que, quizá, sea un poco de andar por casa, pero que, las cosas como son, dice una verdad como un templo.

Y es que a nadie debería extrañarle volver a estrellarse donde ya se estampanó antes si no tomó por el camino ninguna medida para remediarlo. Pero ya sabemos que el ser humano, y, en particular, el ser humano que trabaja, es el único animal que tropieza dos -y 'n' veces, si hace falta- con la misma piedra.

Eso no quita para que la frasecita resulte un tanto irritante, según en qué contexto sea pronunciada. Por ejemplo, cuando te la acabas de pegar y llega alguien que pasaba por allí y aprovecha el momento despojo para darte lecciones de vida, aunque, a lo mejor, no sepa de la misa la media. Ya se sabe que dar lecciones es gratis, y da gustirrinín. Que en esas circunstancias te suelten el mini sermón, una variante profesional del clásico “te lo dije”, lejos de ayudar hace que uno reniegue de la especie humana.

Sobre todo porque no siempre lo de evitar la contumacia en el error depende de uno mismo. Tú tienes la voluntad de salirte del raíl, de buscar alternativas, de probar cosas nuevas… pero, entonces, te das de bruces con un muro de hormigón en forma de jefe cuadriculado, de unos procedimientos excesivamente rígidos o de las ancestrales costumbres de la empresa.

Todos esos elementos nos pueden abocar a repetirnos en el desastre sin remedio. Y es una sensación desasosegante cuando hacemos algo y comprendemos, en tiempo real, que nos encontramos escribiendo la crónica de un cataclismo anunciado, cuando nos sentimos como Thelma & Louise, conduciendo nuestro coche a toda velocidad hacia el acantilado. Como en un mal sueño. Y nos gustaría avisarnos, gritarnos ¡no sigas por ahí!, pero no nos sale la voz.

Tú tienes la voluntad de salirte del raíl, de buscar alternativas, de probar cosas nuevas… pero entonces te das de bruces con un muro de hormigón en forma de jefe cuadriculado, de unos procedimientos excesivamente rígidos o de las ancestrales costumbres de la empresa

¡Chorradas! Escudarse en los demás y buscar pretextos en “el sistema” es muy fácil, y, además, impropio de esta sección. Así que prestemos atención a lo que tienen que decirnos al respecto desde el mundo del coaching. Al fin y al cabo esta disciplina fue la que desencadenó esta sentencia que tanto azota nuestras conciencias. “Lo de 'si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo' lo hemos escuchado muchas veces en charlas y conferencias. Y parece obvio que es así... O no debe serlo tanto, puesto que seguimos sin hacerlo”, asegura José Manuel Sánchez, socio director del Centro de Estudios del Coaching (CEC).

Si está tan claro, ¿por qué no lo ponemos en práctica? Este experto indica que no se puede olvidar un factor fundamental: que somos de carne y hueso. “Se nos presenta esta teoría como una solución definitiva a nuestros problemas, pero muchas veces no se está teniendo en cuenta que debajo de nosotros están las emociones. Y hay una en particular, el miedo, que condiciona todo cuanto hacemos. El miedo nos impide ver maneras alternativas de hacer las cosas, o levanta obstáculos insalvables a la hora de probar nuevos caminos”.

Lo de hacer las cosas de un modo diferente parece, desde luego, una solución inteligente. Solo que no siempre resulta sencillo ponerla en práctica. Así que, antes de lanzarse a soltar reprimendas o consejos de vida, habría que pararse a pensar cómo puede esa persona, departamento o empresa empezar a modificar su forma de actuar.

Miriam Ortiz de Zárate, socia directora del Centro de Estudios del Coaching (CEC), es partidaria de reformular la frasecita de marras en clave de pregunta: “¿qué te está impidiendo actuar de forma diferente?”, para, desde ahí -añade-, “tratar de ayudar en la dificultad que todos afrontamos como seres humanos a la hora de adentrarnos en lugares nuevos que no conocemos y que nos llenan de temor e incertidumbre”.

Ramon Oliver RRHHpress

Ramón Oliver
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