Redacción. La Fundación Adecco ha presentado #RedesParaTodos, una guía con la que la entidad pretende ayudar a familiarizarse con las redes sociales y mejorar su uso de cara a la búsqueda de empleo.
Esta guía tiene como propósito acercar el mundo de las redes sociales profesionales a las personas en riesgo de exclusión, incluyendo a personas con discapacidad, mayores de 55 años o de bajo conocimiento digital, ya que estas plataformas se han convertido en elementos básicos para afrontar la búsqueda de empleo.
Según apuntan desde la Fundación Adecco, redes como LinkedIn o Twitter ya no se dirigen exclusivamente a perfiles hipercualificados. Quedan caducos argumentos como “son para gente más joven”, “eso no va conmigo” o “nunca aprenderé a manejarlas”. El mundo ha cambiado y la crisis del coronavirus está acentuando la importancia de lo digital como indiscutible factor de inclusión social y laboral.
Sin embargo, el tercer Informe Infoempleo-Adecco sobre redes sociales y mercado de trabajo refleja una importante desigualdad en el uso de las redes profesionales. Mientras que antes del estado de alarma un 76 % de la población general las usaba como canal de búsqueda de empleo, solo un 30 % de los adultos con discapacidad y un 26 % de los mayores de 55 años desempleados de larga duración se declaraba usuario de las mismas.
“Reducir la brecha digital se ha convertido en una indiscutible prioridad. A través de esta Guía no perseguimos que nuestros beneficiarios con discapacidad o mayores de 55 años se conviertan en expertos en redes sociales, sino que tomen conciencia de la relevancia que han adquirido y pierdan el miedo a utilizarlas”, explica Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.
“Nuestro objetivo es que no se autoexcluyan de este recurso tan potente y que aprovechen el confinamiento para lanzarse a ello, teniendo en cuenta que una de cada cinco empresas ya descarta a profesionales que no están en redes -porcentaje en aumento-, aunque la posición a la que opten no esté relacionada directamente con lo tecnológico”, añade Mesonero.
Aliadas, no enemigas
La guía está estructurada en ocho capítulos que permiten al lector interiorizar la importancia de las redes profesionales, particularmente LinkedIn y Twitter, en el proceso de búsqueda de empleo.
Lo primero que se aconseja es perder el miedo a las redes, ser consciente de que estas están al servicio de los usuarios y que son facilitadoras, no enemigas.
La guía expone los principales argumentos para crearse un perfil en redes y utilizarlas como canal profesional: si no estás en LinkedIn es como si no existieras, tu perfil se encuentra disponible las 24 horas del día, el recorrido de tu candidatura es mucho mayor que el de un currículo en papel o el potencial que tienen para conseguir nuevos contactos, construyendo una amplia red profesional que multiplica las oportunidades laborales.
Además, el manual explica, paso a paso, cómo crear un perfil en estas redes y las tres reglas de oro para sacarle el máximo provecho: crea, comparte e interactúa.
La importancia de la privacidad
Uno de los capítulos principales destaca la importancia de diferenciar lo personal de lo profesional. “Las oportunidades de contratación se reducen drásticamente si en Internet aparece información de índole privado, aspecto que puede constituir un factor doble de discriminación en el caso de las personas con discapacidad. Es por ello que resulta crítico activar todos los controles de seguridad y privacidad en el caso de redes como Facebook o Instagram, que no utilizamos para buscar empleo, pero sí forman parte de nuestra huella digital”, advierte Mesonero.
Por último, la guía finaliza con un breve glosario con conceptos clave para acercar a los lectores el lenguaje de las redes sociales: seguidor, hashtag, keywords...