Redacción. El avance de la tecnología está poniendo de manifiesto la necesidad de un cambio cultural y digital en las empresas, además de una transición en el modelo de negocio, un cambio en la tipología de estructura interna y una cultura que involucre más a los empleados.
Así lo aseguran desde la firma internacional de consultoría de negocio Axis Corporate, cuyo estudio ‘La transformación cultural para la supervivencia de la organización’, realizado con LLYC, pone de relieve que fallar en detectar las nuevas tendencias y los cambios que provocan es crítico para la supervivencia empresarial.
La meta final que persiguen las organizaciones con sus transformaciones culturales, según constata las dos consultoras, es la de optimizar la empresa. Para conseguir una buena alineación con la plantilla, los objetivos que fijen para implantar el cambio deben ser SMART (Specific, Measureable, Achievable, Relevant, Time bound), es decir, específicos, medibles, alcanzables, relevantes y situados dentro de un marco temporal. En este proceso, los empleados son un factor clave: si sienten este cambio como propio, lo adoptarán y lo harán suyo.
El informe de Axis Corporate y LLYC distribuye a los trabajadores de una empresa en cuatro grupos según la forma de reaccionar frente al cambio: apóstoles, que sienten los colores de la empresa y tienen una actitud positiva, rehenes, que están comprometidos con la organización, pero se sienten intimidados por el cambio, mercenarios, que se adaptarían a regañadientes sintiendo muy lejano el propósito de la compañía, y tóxicos, a quienes no les gusta la empresa ni su trabajo.
Comunicación, aspecto clave
El estudio revela que existen varios motivos por los que un intento de cambio cultural puede fracasar, como, por ejemplo, la falta de compromiso por parte de los líderes, una resistencia al cambio por parte de los empleados o una mala comunicación interna.
Además, una definición poco clara de la cultura, un apoyo inadecuado de los líderes o pasar por alto objetivos no permiten conseguir la meta deseada.
Otros estudios mencionados por Axis Corporate revelan que una de cada tres compañías fracasa en su intento de implantar un nuevo modelo de cultura organizacional, dato que muestra la necesidad de establecer una hoja de ruta con objetivos tangibles que permita gestionar de una manera más eficiente este proceso de cambio y que logre, además, la implicación de todos los empleados.
En el informe de Axis Corporate y LLYC se recomiendan cuatro acciones para conseguir el cambio deseado: la planificación y visión de largo plazo, la consistencia y visión holística, el liderazgo y participación y, finalmente, la información continua. Es decir, poder trasladar este éxito a través de datos genera un sentimiento de orgullo de pertenencia clave en el éxito de la transformación cultural.
Para garantizar el éxito, el informe destaca la importancia de enfatizar las pequeñas victorias, para que todos puedan sentir cómo los cambios están beneficiando a la compañía y tengan motivaciones para continuar implicándose, y concluye que una buena comunicación es el factor clave que conduce hacia el éxito en la transformación cultural a través del conocimiento, la inspiración, la activación y la participación.