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Redacción. Al igual que sucede en las relaciones personales, las expectativas juegan un papel muy importante en el ámbito profesional, pero, en este caso, no suelen cumplirse.

Así lo destacan desde Lukkap, consultora internacional de transformación estratégica, que acaba de presentar el segundo Índice de Medición de la Experiencia de Empleado (IMEX) en España, elaborado a partir de encuestas a más de 6.000 empleados en España, según el cual la experiencia de empleado se reduce 16 puntos porcentuales entre el onboarding (incorporación del nuevo empleado) y el offboarding (abandono de la empresa), del 90 % al 74 %.

El estudio de Lukkap demuestra que no sirve de nada dedicar tiempo y recursos a mejorar nuestro employer branding si, a la hora de la verdad, en el día a día, no cumplimos con lo que nuestros empleados esperan de nosotros.

De hecho, con alguna excepción en esta edición del índice, la curva de experiencia mantiene una tendencia descendente desde que el empleado se incorpora a una compañía hasta que sale de ella.

“Esto provoca el desgaste de los empleados, que se sienten frustrados al no ver sus expectativas cubiertas, y respalda el hecho de que un 13 % de los encuestados afirme tener en mente cambiarse de empresa”, afirma María Hernanz, directora de Data&Analytics en Lukkap.

Amor a primera vista

Si bien, cumplir o no las expectativas es fundamental para mejorar la experiencia de empleado, esta mejora sustancialmente si el empleado vive un buen onboarding. De hecho, la diferencia en la experiencia entre los que viven un buen aterrizaje en una compañía y los que no, puede llegar a ser de más de 40 puntos en determinados momentos.

Así mismo, la experiencia general de quien ha vivido un buen onboarding es mucho mejor durante todos los momentos de relación con la empresa, mientras que es muy difícil levantar la experiencia de quien no lo ha vivido.

El entorno marca la diferencia

¿Quién no ha transmitido alguna vez que sigue en su empresa por sus compañeros? Y lo importante aquí no es el hecho de que nos llevemos bien con ellos, sino que son ellos quienes cubren los huecos que la empresa deja vacíos.

Según explica José Luis Pascual, director de Experiencia de Empleado en Lukkap, “los compañeros son los artífices de que la experiencia de empleado mejore, ya que son ellos quienes están presentes en los momentos verdaderamente importantes”.

En este sentido, el apoyo diario de los compañeros se sitúa 8 puntos por encima del apoyo de la empresa, el acompañamiento vital es 16 puntos superior, el acompañamiento profesional llega a estar 19 puntos por encima y la respuesta del entorno ante un proceso de offboarding es 16 puntos superior.

Reestructuraciones, momentos de dolor que afectan a toda la experiencia

En un momento de constante cambio, en el que las empresas están teniendo que adaptarse al nuevo panorama laboral, las reestructuraciones están siendo parte de ese cambio necesario que las empresas necesitan para sobrevivir. Saber gestionar este momento será clave para determinar la experiencia de nuestros empleados, tanto de los que se van como la de los que se quedan.

Así, según los datos del IMEX, los despidos no solo afectan en el momento, sino que marcan la experiencia posterior de nuestros empleados. “Existe una gran diferencia entre la experiencia de los que viven una salida voluntaria o una jubilación, frente a los que viven una salida no voluntaria. El impacto que estas tienen en el entorno determinará su experiencia futura, de ahí la importancia de saber gestionar bien ese momento”, destaca Pascual.

Invertir en el empleado como si de un cliente se tratase

María Hernanz y José Luis Pascual aseguran que, si bien muchas empresas ya se han convencido de la importancia de poner al cliente en el centro, todavía queda un largo trabajo por delante en materia de empleados.

Y es que, a pesar de que la experiencia de empleado está en boca de todos, son muchas las organizaciones que todavía no han dado el salto a este nuevo modelo de relación y de gestión integral, que parte de lo que viven (hechos objetivos) y sienten (percepciones subjetivas) los empleados, para dar respuesta a sus necesidades y expectativas, mejorando, así, la relación empleado-compañía y ofreciendo una experiencia única y diferencial en su día a día en las organizaciones.

“Para poder ofrecer una buena experiencia a lo largo del Employee Journey -o ciclo de vida del empleado-, y, especialmente, durante los momentos clave, la solución pasa por escuchar a nuestros empleados, comprender los puntos clave de su relación con la empresa y actuar sobre aquellos momentos que les generan más dolor para poder construir, en base a los datos que tenemos, la experiencia deseada”, concluyen los representantes de Lukkap.

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