Redacción. El 61% de las empresas en España reconoce que el reciclaje profesional de los trabajadores será en 2022 una de las principales prioridades en la gestión de personas, frente al 20 % actual.
Así lo pone de relieve el estudio Las empresas españolas frente a la revolución del reskilling, elaborado por la firma de servicios profesionales EY y Future for Work Institute, que también apunta a la planificación estratégica de la fuerza de trabajo, el desarrollo del liderazgo y las nuevas formas de trabajo como temas destacados una vez superada la pandemia.
El estudio, que recoge las opiniones de directivos de RRHH de 54 empresas españolas, determina que las cuestiones que perderán más relevancia serán aquellas relacionadas con la prevención de riesgos laborales, que pasará de un 67 % de encuestados que lo considera prioritario en 2020 al 20 % en 2022, el trabajo remoto, que caerá del 52 % actual al 15 %, y las comunicaciones a empleados, que desciende del 30 % al 15 % en el mismo período.
Jaime Sol, socio responsable de People Advisory Services de EY, explica que “el mercado laboral está experimentando en poco tiempo unos cambios sin precedentes. Nos enfrentamos a un nuevo paradigma en el que los trabajos serán totalmente diferentes y en el que solo las organizaciones con una fuerza laboral cualificada y adaptada a las nuevas tendencias tecnológicas y sociales podrán hacer frente a los importantes desafíos derivados de la pandemia y seguir siendo competitivos”.
Para Jorge Aguirre, socio del área de People Advisory Services de EY, “la crisis del coronavirus está acelerando la necesidad de las empresas de contar con profesionales con nuevas habilidades y conocimientos más adaptados a afrontar los complejos retos del entorno laboral futuro. Las empresas y los trabajadores deberían apostar firmemente por el reciclaje profesional (reskilling) para aumentar su capacitación y empleabilidad, y contribuir a la creación de valor a largo plazo de la organización y de la economía en general”.
Por su parte, Santiago García, cofundador de Future for Work Institute, señala que “el mercado de trabajo lleva décadas sufriendo importantes desequilibrios entre oferta y demanda. Antes de que llegase la pandemia, empresas y trabajadores ya nos estábamos enfrentando al desafío de adaptarnos a lo que entonces anticipábamos que sería la ‘nueva normalidad’ laboral. Lo que ha hecho la pandemia es acentuar esos desequilibrios. Un gran número de trabajadores necesitará adquirir nuevos conocimientos y habilidades para seguir siendo empleable, y será preciso prestar atención a las necesidades específicas de los grupos más vulnerables”.
En este sentido, los directivos de RRHH consultados señalan que los factores que más influyen en las capacidades que necesitan las empresas son los avances tecnológicos, las preferencias de clientes y consumidores, así como los cambios en el modelo de negocio y la diversificación de productos y servicios.
El estudio recoge que las empresas esperan que la demanda aumente principalmente en los grupos profesionales superiores y técnicos de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) y aquellos de nivel superior y medio de las ciencias y la ingeniería.
La complejidad del entorno motivará, además, que un mayor número de empresas tiendan a seleccionar a personas con capacidades duraderas como la creatividad (91 %), la recopilación y evaluación de la información (87 %), el análisis de la información numérica (85 %) y el trabajo en equipo (81 %).
Por el contrario, los directivos de RRHH consultados señalan que las capacidades que previsiblemente más caerá su demanda entre 2020 y 2022 serán aquellas relacionadas con tareas repetitivas, estándar o que requieren fuerza física.
Respuesta de las empresas y obstáculos
El estudio de EY y Futute for Work Institute también expone las medidas que las empresas consideran que pueden adoptar para resolver la falta de capacidades de sus trabajadores, siendo las más destacadas el aprendizaje entre compañeros (74 %), los cursos internos de la empresa (63 %), la concienciación de su empleabilidad (59 %), la formación de los líderes para que sirvan de ejemplo (57 %) y las rotaciones entre los puestos de trabajo (54 %).
Así mismo, los directivos de Recursos Humanos consultados apuntan que la escasa concienciación y sentido de la urgencia por parte de los trabajadores, y su falta de curiosidad y orientación al aprendizaje son los principales factores que dificultan el reskilling.
En este sentido, la gran mayoría de las empresas participantes en la encuesta reconoce que los principales responsables del reciclaje profesional de sus empleados son los propios trabajadores y las organizaciones.
En concreto, cuatro de cada cinco empleadores incluyen a las empresas y a las propias personas entre los tres principales responsables de resolver las carencias de capacidades a las que se enfrentarán las compañías de aquí a 2022.
No obstante, los encuestados también demandan al resto de los actores implicados -gobierno y administraciones, sindicatos e instituciones académicas- un mayor acercamiento a las necesidades concretas de las empresas actuales y soluciones alineadas con estas necesidades.