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Redacción. Ikiwi, empresa catalana de servicios de limpieza y mantenimiento, y el Centro de Ingeniería de Microsistemas para Instrumentación y Control(Cemic) de la Universidad de Barcelona han desarrollado conjuntamente un sistema que convierte las máquinas de limpieza industriales en robots autónomos.

La solución permite automatizar la máquina convencional para hacerla inteligente y que funcione sin la intervención de un operario.

Se trata de un dispositivo con componentes mecánicos y electrónicos que se instala en máquinas de limpieza industrial convencionales para incrementar su autonomía y minimizar la intervención humana.

Por un lado, un sistema de sensores recoge información del entorno, a la vez que una placa base, que ha sido incorporada a la máquina de limpieza, procesa los estímulos recibidos utilizando algoritmos de inteligencia artificial basados en tecnología machine learning. De este modo, la máquina hace un reconocimiento del entorno y puede limpiar automáticamente con una autonomía de dos horas.

"El sistema será capaz de saber por dónde ha pasado, limpiar toda la zona evitando obstáculos y volver al punto de partida", afirma Manel López, líder del equipo del Cemic que desarrolla el proyecto.

Además, se implementará una función de conexión en la nube "para extraer datos del funcionamiento y así poder optimizarlo y monitorizarlo", añade López.

El prototipo desarrollado ofrece dos niveles de automatización: o bien la máquina puede funcionar de manera totalmente autónoma, o bien lo hace de manera parcial como sistema de asistencia para el técnico de limpieza. La empresa prevé que el dispositivo pueda adaptarse a diferentes modelos de maquinaria.

Según Isaac Miller, director general de Ikiwi, “aunque existen máquinas industriales autónomas, tienen un coste muy elevado y cuesta amortizarlas”.

Miller destaca que esta solución permite "ofrecer un servicio de mucho más valor y más optimizado, ya que mientras la máquina limpia de manera autónoma, la persona a cargo se puede ocupar de trabajos más minuciosas no susceptibles de automatizarse".

Además, el director de Ikiwi destaca el impacto social del dispositivo explicando que "se crearían nuevos puestos de trabajo a nivel técnico, de personas que realicen la instalación y el mantenimiento de los sistemas".

El proyecto, que está en fase de desarrollo, servirá para automatizar las máquinas de Ikiwi, y, además, la empresa contempla comercializar el dispositivo a través de acuerdos con los fabricantes de este tipo de maquinaria.

Ikiwi, fundada en 2014, cuenta con 225 empleados. Por su parte, el equipo técnico del Cemic está formado por seis ingenieros del ámbito de la electrónica y la informática que actualmente están desarrollando el software de la solución de manera interdisciplinar.

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