Redacción. El año pasado se formalizaron en España 2.914.055 contratos laborales que conllevaron el desplazamiento del trabajador a otra región, según un análisis realizado por la empresa de RRHH Randstad de los Datos Básicos de Movilidad publicados por el Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE).
En 2017 los contratos que llevaban aparejada la movilidad territorial del empleado se incrementaron un 10,9% sobre 2016, cuando se formalizaron 2.627.075, y duplicaron la cifra registrada en 2001, un total de 1.461.057 contratos, la cifra más baja del periodo analizado por Randstad.
Un análisis de la serie histórica revela que 2001 y 2002 fueron los únicos años con menos de 1,5 millones de contratos de movilidad. A partir de 2002, y hasta 2007, este tipo de contratos se incrementaron hasta los 2,28 millones.
La crisis económica redujo el volumen de contratos de movilidad (medio millón de contratos menos entre 2007 y 2009), situándose en el entorno de los 1,7 millones entre 2009 y 2013. A partir de entonces, los contratos han crecido de manera consecutiva, hasta registrar la tasa más elevada de la serie histórica en 2017, con más de 2,9 millones.
Agricultura, el sector con mayor tasa de movilidad
Agricultura es el sector con mayor índice de movilidad. En este sector de actividad, casi uno de cada cuatro contratos firmados supone el desplazamiento del profesional a otra provincia. En concreto, el 23,4 % de las contrataciones realizadas era de esta tipología.
A continuación, ocupando la segunda y tercera posición, están construcción (16,7 %) y servicios (11,8 %). En última posición, se encuentra industria (10,2 %).
Por otra parte, el 60 % de contratos de movilidad formalizados se han registrado en el sector servicios, donde se firmaron más de 1,7 millones de profesionales. Agricultura se sitúa en la segunda posición, con un 24,6 % de los contratos. Le siguen industria, con 7,7% del total, y agricultura, con un 7,2 %.
En términos absolutos, agricultura ha aumentado el número de contratos firmados un 12,3 % en el último año, pasando de 639.016 a 717.432. A continuación, se encuentra industria, con un incremento del 11,1 %, superando los 220.000 contratos, construcción (+10,7 %) y servicios (+10,4 %).
Castilla-La Mancha y La Rioja, regiones con mayor tasa de movilidad
El informe de Randstad también ha tenido en cuenta la comunidad en la que reside el trabajador, ya que en función de ellos esta tasa oscila entre el 25,8 % y el 6 %. Castilla-La Mancha y La Rioja son las regiones con mayor tasa de movilidad, ambas con índices superiores al 24 %.
A continuación, y también por encima de la media nacional, están Castilla y León (16,2 %), Murcia (15,3 %), Aragón (15 %), País Vasco (14,5 %), Madrid (14,3 %) y Comunidad Valenciana (14 %). Andalucía y Navarra se sitúan al mismo nivel que la media nacional (13,6 %).
En el lado contrario, por debajo de la media nacional, se encuentran Baleares (12,7 %), Galicia (12,4 %), Cataluña (11,5 %), Extremadura (10,6 %) y Cantabria (10,3 %).
Por debajo del 10%, Asturias (8,2%) y Canarias (6%) son las regiones con menores índices de movilidad.
Por provincias, Cuenca, Toledo, Huesca, Lleida, Guadalajara y La Rioja son las únicas que alcanzan una tasa de movilidad superior al 25%. Mientras que con las menores cifras, por debado de los dos dígitos, se sitúan Badajoz, Barcelona, Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife.
Madrid, Barcelona, Baleares y Murcia, regiones más receptoras
Randstad ha diferenciado en su análisis entre dos tipos de regiones o provincias, las receptoras y las emisoras. Las receptoras son aquellas que reciben más profesionales de los que se marchan a trabajar a otra provincia, mientras que las emisoras son aquellas regiones de las que salen más trabajadores de los que entran.
Actualmente, las principales provincias receptoras de empleados son Madrid y Barcelona, con un saldo positivo de 233.810 y 85.920 trabajadores, respectivamente. Le siguen Baleares (56.483), Murcia (45.393) y Álava (24.313). En España hay diecisiete provincias receptoras.
En el lado contrario se sitúan Cádiz y Toledo, con saldos negativos de 68.726 y 43.960 trabajadores, respectivamente. A continuación se sitúan Alicante (37.897), Sevilla (31.876) y Córdoba (31.198).