Redacción. La Comunidad de Madrid ha facilitado que 265 jóvenes infractores logren un puesto de trabajo en 2018, un 18,3 % más que en el año anterior, según los datos de la Agencia para la Reeducación y Reinserción del Menor Infractor (ARRMI), organismo autónomo que depende de la Consejería de Justicia.
Los sectores en los que más contratos se firmaron fueron el de comercio y alimentación, en el que uno de cada tres menores consiguió un puesto de trabajo, seguido por los de logística y almacenaje (22,6 % del total de contrataciones) y hostelería (22,2 %). Otros sectores en los que los menores infractores han encontrado empleo han sido los de servicios y limpieza, oficios y administración.
En 2018, ARRMI ha ofrecido formación a un total de 370 jóvenes a través de su programa de inserción sociolaboral, una cifra que es un 3,3 % superior a la del 2017. Este programa está dirigido a jóvenes a partir de 16 años (edad mínima de inicio en el mundo laboral), que cumplen una medida judicial en régimen abierto o de internamiento. En algunos casos, es la propia resolución judicial la que señala la inserción sociolaboral como actividad prioritaria; en otros, se requiere ese apoyo para que el joven supere sus dificultades.
El programa de inserción sociolaboral se desarrolla a través de diversas medidas que abarcan desde la orientación al menor, la formación prelaboral o especializada y la búsqueda de empleo hasta el desarrollo de la actividad laboral o el seguimiento y acompañamiento educativo en los casos necesarios, sobre todo, en la primera fase del proceso de integración social y laboral.
El perfil mayoritario de los jóvenes que participan en este programa es el de un varón, de 18 años o más de edad, de nacionalidad española y que cumple una medida judicial que no implica internamiento.