Redacción. La crisis generada por el Covid-19 pone en riesgo un tercio del empleo del sector de la moda en España, que podría ver reducido su tamaño en un 25 %.
Así lo pone de relieve el Informe sobre el sector de la moda en España. Análisis del impacto de la crisis del Covid-19, resultado de una iniciativa probono llevada a cabo por EY y Boston Consulting Group con el objetivo de aunar esfuerzos para apoyar al sector.
Según destacan desde EY, la industria de la moda representa uno de los pilares económicos y sociales de España: genera el 2,8 % del PIB nacional, aporta un 4,1 % del mercado laboral, supone el 9 % de las exportaciones y es el factor de atracción del 13 % del turismo mundial.
Sin embargo, el sector cerró 2019 con un descenso del 20 % en su volumen de ingresos, por lo que la crisis derivada del Covid-19 puede agravar esta situación, con un retroceso para este año de entre el 35 % y el 40 % en sus ingresos, según datos de Boston Consulting Group recogidos en el informe.
Además del impacto que el sector está sufriendo ante el cierre de tiendas y empresas, motivado por las medidas de confinamiento, la situación se puede volver estructural una vez superada la pandemia. En este sentido, el informe recoge que la actual estructura de costes de los comercios de moda no es viable, con una caída esperada de las ventas de un 40 % para el conjunto de este año.
Ello obligará a algunos comercios a reducir plantilla y a cerrar puntos de venta, y abocará a otros a la desaparición. En conclusión, el sector tiene en riesgo un tercio de los puestos de trabajo que actualmente generaba, así como una cuarta parte de su tamaño por la desaparición de empresas.
Por otra parte, en la actual situación de confinamiento, las empresas del sector deben seguir afrontando a una serie de costes operativos, a parte de los de venta, que representan más de un 50 % de la facturación.
Estos costes incluyen los salarios de los empleados (entre un 13 % y un 20% de la facturación), el pago de los alquileres (entre un 15 % y un 20 % de la facturación), la parte del inventario que ya ha sido adquirida (~10 % de la facturación) y otros gastos operativos, incluyendo impuestos y la cuota de autónomos en el caso de los empresarios individuales.
Esta situación está generando un grave problema de liquidez, agravado por los altos niveles de inventario, por el que las empresas del sector ya han desembolsado alrededor del 20 % del coste anual previsto, y al que no podrán dar salida en función de las condiciones del confinamiento y de la recuperación.