Redacción. Un estudio dado a conocer hoy pone de relieve que un 34 % de los trabajadores que han participado en el mismo establecen los 50 años como la edad a la cual una persona pasa a ser considerada "persona mayor".
Pese a ello, el estudio revela también que para el 94 % de los directivos entrevistados es ‘muy importante’ o ‘normal de importante’ el papel que desempeñan los empleados llamados ‘talento sénior’, aquellos por encima de los 50 años, destacando sus cualidades como imprescindibles y consideran que el talento no depende de la edad.
Las cualidades que se reconocen en el estudio como las más valoradas y diferenciales de este colectivo sénior, en comparación con el resto de empleados, son la experiencia, la lealtad y la compresión de la cultura de la organización, así como su autocontrol ante situaciones de crisis o de elevada presión.
El estudio, realizado por la consultora Estudio de Comunicacion para la Fundacion Transforma España, ha contado con la participación de 1.500 directivos y empleados sénior de las empresas Amadeus, Grupo Dynasol y McDonald's.
Aunque el estudio refleja que el 71 % del grupo que engloba a los empleados sénior no siente que reciba un trato diferente respecto al que pueda recibir el conjunto de los empleados más jóvenes, las percepciones sobre prácticas concretas sí ponen en evidencia algunas diferencias.
Si bien el 43 % de los trabajadores sénior dice sentirse excluido siempre o casi siempre de las opciones de promoción en sus empresas, el 47 % siente que siempre o con frecuencia se les pregunta a la hora de resolver dudas sobre cuestiones de la empresa o de la organización.
Sobre su propia situación, un 89 % del colectivo sénior se siente comprometido con su trabajo, y un 79 % se muestra dispuesto a hacer los esfuerzos adicionales que el trabajo requiera. Solo el 25 % de los empleados sénior encuestados afirma no tener interés en prolongar su actividad laboral más allá de la prejubilación o jubilación.
Saber que su aportación será realmente valorada, tener oportunidades para aprender, tener flexibilidad horaria y que su misión sea aconsejar y ayudar a compañeros jóvenes son los principales motivos por los que los sénior estarían dispuestos a prolongar su tiempo laboral en las empresas.
Así mismo, un 73 % de los directivos es consciente de que los grupos en los que cooperan los empleados sénior y los jóvenes son más eficaces que los grupos homogéneos, y solo el 27 % cree que la diversidad de edad no es un factor diferencial para prejuzgar la eficacia de estos grupos.