Redacción. Siemens Gamesa ha anunciado el cierre de su planta de Aoiz, en Navarra, y la puesta en marcha de un expediente de regulación de empleo para un máximo de 239 trabajadores.
La compañía ha explicado que necesita adaptarse a las condiciones del mercado eólico global, caracterizado por una fuerte competencia y presión de precios que ha deteriorado los márgenes de los fabricantes de aerogeneradores.
En este contexto, la nueva generación de turbinas terrestres (onshore), con rotores de hasta 170 metros, será clave para incrementar la competitividad del negocio onshore y garantizar el éxito de la compañía. Estos grandes modelos suponen ya cerca de la mitad de la demanda de turbinas y serán fundamentales para aumentar la rentabilidad y garantizar la continua reducción del coste de la energía eólica.
La fábrica navarra está especializada en el modelo SG 3.4-132, con un rotor de 132 metros, principalmente para el mercado doméstico. Sus altos costes y su localización geográfica, a más de 200 kilómetros del puerto más cercano, hacen inviable su competitividad para la exportación.
“Hemos tomado una decisión muy difícil y somos plenamente conscientes de su impacto en nuestros trabajadores y su comunidad local. Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para ayudar a las personas afectadas”, ha explicado Alfonso Faubel, CEO Onshore de Siemens Gamesa.
“Tras analizar durante los últimos meses todas las opciones posibles, hemos llegado a la conclusión de que no hay otra alternativa posible. En las circunstancias actuales, tenemos la obligación de tomar las medidas necesarias para garantizar la viabilidad a largo plazo de esta compañía, así como el empleo de las más de 24.000 personas que trabajan con nosotros en todo el mundo, incluidas cerca de 5.000 en España”, ha añadido Faubel.
Aunque esta decisión no está directamente relacionada con la crisis del covid-19, la compañía registró un impacto directo de 56 millones de euros en su rentabilidad durante el último trimestre.