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Redacción. Según avanza la trayectoria profesional de las personas y las expectativas laborales se amplían, aparece en los trabajadores un deseo creciente de nuevos estímulos como vía de crecimiento y desarrollo.

En un entorno donde las circunstancias condicionan la elección del trabajo y los candidatos tienen perfiles cada vez más multifuncionales, las empresas se ven empujadas a satisfacer las cambiantes necesidades de su población interna para poder retener al mejor talento.

Según explican desde el especialista en selección de personal Hays, el enfoque de las tres etapas de la vida -educación, carrera y jubilación- ha quedado hoy obsoleto, y los profesionales eligen el curso de su trayectoria profesional en función de las circunstancias, de modo que cada vez es más común tener múltiples carreras.

Hays apunta que las empresas ya no juegan el rol de padre, en términos de dirigir a los empleados sobre qué hacer, y han evolucionado hacia una figura más enriquecedora para su personal, que experimenta un creciente apetito de variedad y estímulos, tales como enfrentarse a nuevos proyectos, asumir nuevas responsabilidades o, incluso, cambiar de empleo con mayor frecuencia que nunca.

De esta forma, las empresas tienen que ser capaces de adaptarse y dar respuesta a la demanda sus trabajadores, que van a requerir diferentes estímulos en distintos momentos de su vida.

Sin embargo, este enfoque arroja tantos desafíos como oportunidades, ya que, para los estudiantes y recién graduados, la posibilidad de múltiples oportunidades de carrera resulta uno de los factores clave que influyen en su decisión de unirse a una compañía.

Además, Hays ha detectado que la tendencia también afecta a los candidatos. Como los requisitos de roles están cambiando, las organizaciones necesitan personas de fácil adaptabilidad, con nuevas habilidades, capaces de aprender rápidamente, desarrollarse en un entorno cambiante y obtener experiencia multifuncional.

Oportunidades internas

Una respuesta eficaz para aumentar el compromiso de los empleados es ofrecerles la oportunidad de participar en proyectos que, en condiciones normales, quedarían fuera de su alcance.

Un buen ejemplo son las incubadoras y aceleradoras de tecnología que han utilizado algunas empresas del campo de la innovación automovilística. Básicamente constan de la introducción de programas de emprendeduría para que los empleados de divisiones más comerciales aporten ideas para ofrecer mejores servicios a sus clientes.

Esta acción pone a disposición de los trabajadores un espacio donde poder explorar su faceta empresarial, además de crear soluciones que tienen un impacto tangible en el negocio. Proporcionar un lugar donde el personal puede apartar su rutina diaria para canalizar sus ideas y comprometerse con los líderes de la compañía tiene un impacto muy positivo, y supone un motivo para que los empleados deseen progresar en sus carreras.

Hay dos beneficios clave en este enfoque. Por un lado, permite atraer y retener el mejor talento, lo que supone menos posibilidades de que los trabajadores se sientan insatisfechos fácilmente y se vayan.

Además, propuestas como esta tienen como resultado nuevas ideas: el personal utilizará su conocimiento profesional o personal acerca de cualquier tema, lo que significa que abordarán los problemas de distintas maneras, lo que supone un gran valor en el camino hacia la innovación.

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