Redacción. Hexagone, consultora de formación de idiomas para empresas, ha destacado los problemas más habituales que generan conflicto entre los trabajadores a la hora de comunicarse en inglés.
Según esta consultora, tan solo un tercio de los trabajadores de empresas españolas están capacitados para mantener una conversación en inglés, a pesar de que el 90 % asegura tener un nivel alto de este idioma.
Además, un 70 % de españoles que trabajan en empresas no sabrían enfrentarse a una conversación en inglés con un proveedor o cliente internacional, a pesar de haber superado el test de nivel en un proceso de selección.
Sin embargo, lo más llamativo es que, según Hexagone, un trabajador con nivel de idioma puede perder hasta un 60 % de ese nivel a causa del estrés y los nervios, por lo que cada vez son más frecuentes los cursos de formación dirigidos a afrontar momentos concretos de la vida profesional, tales como reuniones, viajes, eventos o presentaciones, entre otros
Estas dificultades para comunicarse en inglés están motivados, según Hexagone, por cuatro factores:
- Vergüenza. Uno de los principales obstáculos a la hora de practicar el inglés hablado es la vergüenza que se siente por hablar en otro idioma y hacerlo bien o mal. Para superar este problema, lo mejor es practicar más habitualmente y ganar confianza en uno mismo. Cuanto más familiarizado se esté con el idioma, menos vergüenza se sentirá al hablarlo.
- Velocidad. Otro de los motivos que hacen dudar a la hora de practicar el inglés hablado es la velocidad a la que se practica. No hay que tener miedo a pedir que se hable más despacio o que se repita un determinado concepto. Solo con la práctica y la repetición se acabará comprendiendo y mejorando el listening.
- Volumen. Es una realidad comprobada que cuando se pierde seguridad y confianza en la forma de hablar, se tiende a bajar el volumen. El principal miedo que lo provoca es la pronunciación. Este obstáculo se resuelve con más práctica en listening, por ejemplo, viendo películas en versión original, escuchando música y familiarizándose con el idioma y, sobre todo, con la pronunciación.
- Práctica. La falta de práctica es el principal obstáculo a la hora de conseguir un nivel alto de inglés hablado. Aquellos que tienen el inglés incorporado a sus rutinas diarias, tienen una mayor práctica y, por lo tanto, un mejor nivel. Existen actualmente diferentes soluciones al alcance de las personas que facilitan la inmersión en inglés.
Desde Hexagone concluyen que, superando estos cuatro obstáculos, los trabajadores con un nivel medio de inglés podrían mejorar hasta en un 120 % su nivel oral para comunicarse con otros trabajadores, clientes o proveedores.