El ghosting laboral puede comprometer la cultura corporativa y la imagen de marca

Redacción. El ghosting laboral se ha convertido en uno de los grandes obstáculos a la hora de seleccionar a los mejores profesionales.

Así lo ponen de relieve desde Bros Group Executive Search, firma de búsqueda y selección de directivos y mandos intermedios, según la cual, la repentina ausencia de comunicación entre empresa y candidato es un fenómeno más habitual de lo que podría parecer en el mercado laboral actual y se realiza desde ambas vertientes, tanto por parte de la empresa como del candidato.

Desde el lado de las compañías, un estudio de The Greenhouse destacado por Bros Group pone de manifiesto que siete de cada diez candidatos han sido ghosteados por las empresas tras la pandemia, datos que “que dejan bien a las claras la problemática existente en los procesos de selección”, apuntan desde la firma.

En este sentido, “los perjuicios del ghosting laboral, tanto en procesos de selección concretos y avanzados como en contactos espontáneos por parte de candidatos, son enormes y dejan entrever una cultura de empresa no tan positiva como se pretende trasladar desde la organización”, advierte Bros Group.

El mensaje que se envía al hacer ghosting

Para la firma de selección, “la gravedad del ghosting reside en lo que implica a nivel comunicativo y el daño que supone para las compañías y marcas. Al realizar ghosting laboral se envían multitud mensajes hacia el exterior, no solo hacia el candidato en cuestión. Y, por supuesto, todos esos mensajes son negativos”.

Bros Group asegura que el ghosting deja la cultura de empresa en entredicho. “Da igual que la trabajes de una forma óptima y transmitas un mensaje cultural adaptado a los nuevos tiempos y a las exigencias del mercado laboral actual, ya pueden estar los empleados muy felices de trabajar para tu marca que, al hacer ghosting, estás lanzando un mensaje opuesto a esa cultura, en teoría, empleado-céntrica. Y en los tiempos que corren, con la cantidad de formas de compartir información que existen, ese mensaje negativo correrá como la pólvora y será perjudicial a todos los niveles”.

Esa comunicación afectará negativamente al atractivo de la compañía como marca empleadora, y el talento externo, especialmente en sectores con mayor competitividad, se mostrará más reticente a la hora de trabajar para una empresa que no cuida a todas las personas que componen su organización e, incluso, a las que lo harán en un futuro.

Además, a nivel reputacional como marca comercial, más allá de la parte laboral, el mensaje negativo que se genera en torno a la compañía repercutirá en los resultados económicos y en la confianza de clientes y partners.

Antonio Sagardoy, CEO de Bros Group Executive Search, afirma que el ghosting laboral es un fenómeno cuya intensidad se ha multiplicado en los últimos tiempos. “Sigo recibiendo inputs que aluden a la falta absoluta de feedback por parte de empresas y headhunters, especialmente en las candidaturas espontáneas. Y últimamente con mayor intensidad”.

Por ello, la compañía concluye que poner al candidato en el centro y mantener una comunicación fluida y empática con él resultará vital para conseguir, precisamente, el mensaje opuesto al descrito y reflejar una cultura de empresa atractiva para el talento.

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