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Redacción. La Fundación Bertelsmann ha presentado hoy en el Espacio Bertelsmann de Madrid los resultados del estudio The economics of apprenticeship training, elaborado por los investigadores Samuel Muehlemann, de la Universdad de Múnich, y Stefan C. Wolter, del Centro de Coordinación Suizo para la Investigación en Educación (SKBF).

El trabajo analiza y compara el coste-beneficio de implantar la formación profesional dual a través de encuestas y simulaciones a empresas de Suiza, Alemania, Austria, Reino Unido, Italia y España.

La principal conclusión del estudio es que la flexibilidad y la adaptación a la realidad de cada empresa son las claves del éxito en la implantación de la formación profesional dual.

Los investigadores han llegado a este resultado tras medir los costes en los que incurren las empresas proveedoras de formación, así como los beneficios en el corto plazo, a través del trabajo de los aprendices, y las ganancias en el medio plazo, ya que pueden ahorrar costes de contratación y formación de nuevos empleados.

Según la investigación, la flexibilidad debe trasladarse a todos los parámetros que miden el rendimiento del modelo: el salario de los aprendices, las horas de formación en la empresa, las expectativas de las competencias de los alumnos, entre otros.

En el caso del salario, los autores abogan por una retribución variable, que se adapte a la relación coste-beneficio de cada empresa y cada sector.

En cambio, establecer un salario fijo para todos los alumnos de formación profesional dual, como sucede en algunos países, puede provocar distorsiones en el mercado del aprendizaje. Un salario fijo demasiado bajo permitiría a las empresas obtener grandes beneficios netos, mientras que un salario fijo demasiado elevado podría disuadir a algunas compañías de impartir la formación profesional dual.

Por ello, Muehlemann y Wolter defienden la aplicación de un sistema adaptado y coherente con la realidad económica de cada compañía, que permita un rendimiento satisfactorio tanto para las empresas como para los alumnos.

En ese sentido, el estudio también destaca que la calidad y el alcance de la formación son factores que pueden reducir los costes netos y aumentar el rendimiento de la educación. Por ejemplo, formar a los aprendices para puestos de trabajo de mayor nivel puede contribuir a menores costes netos de formación, más ahorro en la contratación y, en general, mejor relación coste-beneficio para la empresa.

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