Redacción. Un estudio realizado por IWG Group, multinacional proveedora de espacios de trabajo flexible, revela que el 55 % de los profesionales trabajan mejor cuando tienen libertad para vestirse como quieren, y el 40 % aseguran ser más creativos.
En concreto, el estudio pone de relieve que las generaciones Millennial y Z son especialmente conscientes de la importancia de expresarse en el trabajo a través de su vestuario. En este sentido, el 51 % de los jóvenes de 18 a 24 años afirman que su vestuario refleja su personalidad, mientras que el mismo porcentaje de ciudadanos de 25 a 34 años confirma que su atuendo de oficina está relacionado con su creatividad.
Así mismo, con motivo del progresivo regreso a los lugares de trabajo tras el confinamiento provocado por la pandemia de covid y la implantación del teletrabajo, la cuestión de qué ropa ponerse al volver a la oficina ha estado en el primer plano de la mente de muchos trabajadores.
Sobre esta cuestión, según el estudio de IWG, el 64 % opta por la ropa cómoda en lugar de la vestimenta formal, mientras que el 59 % afirma que los días de la vestimenta formal de negocios han terminado y el 39% cree que será más aceptable llevar ropa menos formal en la oficina como resultado del trabajo híbrido.
Por otra parte, un 64 % de trabajadores están de acuerdo en que lo que visten ahora está ligado a la edad, y un 32 % afirma sentirse mejor consigo mismo cuando lleva ropa más elegante.
Moda laboral post-pandemia
En relación con estas tendencias sobre moda y vestimenta en el lugar de trabajo, IWG ha encargado al diseñador británico Giles Deacon, conocido por vestir a personas como la actriz Cate Blanchett o por haber diseñado el vestido de boda de Pippa Middleton, hermana de la duquesa de Cambridge, que confeccione una colección de ropa de oficina que pueda ser lucida en entornos de trabajo post-pandémicos.
Como resultado, la colección de ropa de oficina híbrida diseñada por Deacon engloba tres looks distintos: masculino, femenino y no binario, “que combinan un estilo de moda, siluetas favorecedoras y una confección más suave para garantizar que el usuario se sienta elegante y cómodo en el trabajo”, destacan desde IWG.
La compañía explica que la colección de Deacon para el nuevo entorno laboral “responde a los deseos de los trabajadores de expresar su individualidad en el trabajo a través de su vestimenta”.
La colección se compone de tejidos orgánicos, con popelines, cordón de aguja suave, lana compacta y jerséis de algodón. Esta colaboración representa un cambio con respecto a los tejidos más tradicionales que se utilizaban habitualmente antes del estado de alarma, y tiene como objetivo orientar a los trabajadores para que tomen decisiones más meditadas para su vestuario de trabajo, comprando piezas que sean sostenibles y duraderas.
Las paletas de colores pasan del tradicional blanco y negro a una paleta más amplia de grises y carbones junto a tonos marinos y marrones suaves, elegidos para reforzar la fuerza y la confianza del usuario. Además, los colores caqui y arena se escogen por sus propiedades calmantes, mientras que los colores más brillantes, como el azul claro, ayudan a que el empleado se sienta feliz, con autoconfianza y autoridad, mientras que el rojo representa el liderazgo y la determinación.
Giles Deacon explica que "se ha producido un cambio notable en la relación de la gente con la ropa a lo largo de la pandemia y, en consecuencia, lo que llevamos a la oficina ha cambiado para siempre. La colección cápsula IWG x Giles ha sido diseñada pensando en el trabajador híbrido, combinando un look empresarial y elegante con la comodidad. Todos los colores y tejidos se han seleccionado para que el usuario se sienta feliz, tranquilo, confiado y decidido allá donde trabaje".