Redacción. Coincidiendo con el progresivo regreso de los trabajadores españoles al trabajo presencial, una vez superado el periodo de mayor impacto de la pandemia de covid-19, el 65 % de los empleados reconocen que se van a sentir muy o bastante poco habituados a la vida en la oficina, siendo conscientes, además, de que, para siete de cada diez, el distanciamiento social ha afectado negativamente a la relación con el resto de los compañeros, a pesar de las facilidades comunicativas que otorga la digitalización.
Así lo pone de relieve la encuesta Futuro del Trabajo de LinkedIn, realizada el pasado verano a 1.009 personas en España, según la cual, las situaciones que más inquietan a los profesionales con motivo del regreso a la oficina, y con las que tendrán que volver a familiarizarse, son pasar el día con otras personas (31 %) y socializar en el lugar de trabajo (37 %), conversar con los compañeros (27 %), llevar la ropa adecuada (26 %) y realizar presentaciones en persona (25%).
Ángel Sáenz de Cenzano, director general de LinkedIn para España y Portugal, afirma que “estoy convencido de que el retorno a un mundo de oficina, típicamente en hibridación con trabajo en remoto, va a suponer una gran oportunidad para mejorar y seguir evolucionando tanto en el terreno laboral como personal. Para ello, es necesario combinar dosis de entendimiento, confianza mutua y equilibrio entre empleado y empresa”.
La nueva rutina
Por otro lado, la encuesta de LinkedIn muestra que aquellos gestos que pasaban desapercibidos en la época prepandémica, como estrechar la mano o dar un abrazo, no van a resultar cómodos para cuatro de cada diez trabajadores entrevistados.
Además, conscientes de que es una decisión individual el haber accedido a la vacunación contra el covid-19, y que, según la OMS, el único requisito sanitario para la presencialidad es avisar en caso de contagio o contacto de un positivo, el 71 % de los empleados van a tratar de consultar a sus superiores y colegas si han recibido la pauta completa para mayor seguridad.
Igualmente, la vuelta a la oficina lleva consigo otra serie de acciones implícitas en la rutina laboral que también están presentes entre las preocupaciones de los profesionales a la hora de evitar el contagio.
Compartir ascensor con menos de cuatro personas (39 %), el uso del transporte público para llegar al centro de trabajo (38 %), visitar los mismos aseos, cocina y otras instalaciones comunes (30 %) o la rotación de los mismos materiales de oficina, como teclados, papelería u otros (29 %) son las principales preocupaciones de los profesionales españoles en las dinámicas del trabajo presencial en la oficina, según han respondido a LinkedIn.
Reuniones
Otro de los puntos de inquietud en las agendas laborales en formato presencial es la dinámica de las reuniones, que hasta ahora se han podido llevar a cabo de forma exitosa con videollamadas y pantallas de por medio.
La vuelta a los debates y conversaciones en salas de reuniones solo es motivo de preocupación para dos de cada diez trabajadores, siempre que la sala contemple las medidas higiénico-sanitarias pertinentes.
Sin embargo, en caso de que se agrupen más de cuatro compañeros, el porcentaje de preocupación aumenta un 10 %.