A medida que nos acercamos al cierre del año, nos encontramos ante un reto crucial que demanda la atención de los equipos de Recursos Humanos y los líderes de equipo: las revisiones salariales y las evaluaciones de desempeño.
No podemos subestimar la importancia de este proceso, ya que es un momento decisivo que afectará el rumbo de nuestra empresa y la satisfacción de nuestros empleados.
El 60 % de los trabajadores creen que existe una brecha entre sus expectativas salariales y la realidad de sus ingresos, y el 47 % espera un aumento antes de fin de año. Estos datos son alarmantes, y señalan una deficiencia en la gestión de equipos.
La percepción de insatisfacción salarial refleja una desconexión entre las expectativas y la realidad. La gestión eficiente de equipos se convierte en un elemento esencial para evitar la desmotivación y la desvinculación, factores que impactan directamente en la productividad y la calidad del trabajo.
Es tentador caer en la práctica común de aumentar salarios para retener talento. Sin embargo, esta no es una solución sostenible a largo plazo. La clave radica en la implementación de un sistema de desarrollo del talento que alinee a los equipos con los objetivos del negocio.
Esto implica un plan de acción estructurado para alinear a los empleados con los objetivos de la empresa, estimular su crecimiento profesional y garantizar la retención del talento más valioso.
¿Qué significa esto? Crear una cultura alineada a las necesidades del negocio y los intereses de crecimiento individual, identificar las capacidades del talento clave para mejorar la eficiencia operativa y fortalecer la retención de empleados valiosos.
También es clave promover un liderazgo sólido y autónomo. Al invertir en el desarrollo del talento, se fomenta la creación de líderes internos, que entienden la visión y la estrategia de la empresa y tienen la capacidad de guiar a sus equipos hacia el éxito.
Este año, cuando llegue el momento de las revisiones salariales y las evaluaciones de desempeño, es importante pensar en los objetivos del negocio y en el crecimiento individual de los empleados.
Para asegurar que este proceso es estratégico es necesario evitar la subjetividad, para garantizar la equidad y la transparencia. Al hacerlo, no solo gestionaremos de manera efectiva las comunicaciones relacionadas con las revisiones salariales, sino que también sentaremos las bases para un ambiente laboral motivador y una empresa más productiva a largo plazo.
El desafío de fin de año que representan las revisiones salariales y las evaluaciones de desempeño va más allá de los números en una nómina. La clave está en la estrategia, la planificación y la visión a largo plazo, un cambio que impactará el cierre del año y que sentará las bases para un crecimiento sostenible de nuestros empleados, de nuestros equipos y, en consecuencia, de nuestra empresa.
Es, además, una oportunidad de transformar la gestión de personas y de garantizar que en 2024 el equipo sea el motor de tu empresa, porque el desarrollo del talento es un elemento crucial para alinear equipos con objetivos del negocio. Descubre cómo empezar aquí.