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Redacción. Debido a la propagación de la epidemia del coronavirus, muchas empresas, entre las que se encuentran gigantes tecnológicos como Amazon, Microsoft o Facebook, están implementando el teletrabajo como medida alternativa hasta que la situación mejore y el virus esté controlado.

Check Point Software Technologies Ltd., proveedor especializado en ciberseguridad a nivel mundial, ha facilitado algunas claves para teletrabajar desde casa de forma segura en términos de seguridad informática

“La alerta por el coronavirus está impulsando que las empresas tomen medidas como el teletrabajo para evitar contagios. Trabajar desde casa es sencillo y habitual, ya que la nube y las aplicaciones SaaS facilitan esta transición. Sin embargo, los niveles de protección en entornos domésticos son inferiores a los entornos profesionales, por lo que los cibercriminales pueden aprovecharse de este tipo de situaciones para lanzar campañas de ciberataques que ponen en riesgo tanto a los usuarios como a las empresas”, apunta Eusebio Nieva, director técnico de Check Point para España y Portugal.

“Por tanto, llegados a esta situación, es fundamental que las empresas proporcionen rápidamente a sus empleados la formación y los recursos adecuados para hacer su trabajo fuera de la oficina”, añade Nieva.

Este es un proceso clave en la actualidad, sobre todo si se tiene en cuenta que, según datos manejados por Check Point Software Technologies, se han registrado más de 4.000 dominios relacionados con el coronavirus en todo el mundo, y estos tienen un 50 % más de probabilidades de ser maliciosos. Por ello, los expertos de la compañía señalan las claves de ciberseguridad para trabajar a distancia de forma segura.

Mejores prácticas para los empleados

Trabajar desde casa implica un entorno más relajado, por lo que es más fácil bajar el nivel de atención y precaución frente a potenciales amenazas. En este sentido, los empleados deberían:

  • Revisar las contraseñas. Es clave establecer contraseñas robustas -de ocho caracteres que combine letras mayúsculas y minúsculas, números y símbolos- para acceder a recursos profesionales como el correo electrónico o las aplicaciones de trabajo. Así mismo, es fundamental revisar la clave de la red Wi-Fi y asegurarse de que no esté abierta y accesible para cualquier persona ajena.
  • Protegerse frente al phishing. Evitar hacer clic en los enlaces que parecen sospechosos y solo descargar contenido de fuentes conocidas. Es fundamental recordar que las técnicas de phishing son cada vez más sofisticadas, así que, en caso de recibir un correo electrónico con una solicitud inusual, es necesario comprobar minuciosamente los datos del remitente para asegurarte de que son compañeros de trabajo o fuentes fiables y no cibercriminales.
  • Elegir el dispositivo adecuado. Muchos empleados utilizan el ordenador o portátil de la empresa para uso personal, lo que puede crear un riesgo de seguridad, un riesgo que crece exponencialmente si se utiliza un ordenador personal. En este caso, es clave implementar medidas de seguridad como un antivirus, entre otras.
  • Extremar las precauciones en caso de utilizar redes públicas. En caso de conectarse a redes públicas, por ejemplo las de aeropuertos, restaurantes... es imprescindible reforzar las medidas de seguridad, ya que estas conexiones no son seguras, sino que son un foco de ataques porque los cibercriminales pueden acceder con suma facilidad e infectar a miles de personas con un solo clic.

Mejores prácticas para las empresas

En el caso de las empresas, estas deben vigilar sus datos en caso de que los almacenen en centros de datos, la nube pública o con aplicaciones SaaS. Las mejores prácticas son:

  • Confianza cero. Toda la estrategia para facilitar el acceso a la información en remoto debe tener como pilar fundamental el principio de ‘confianza cero’. Esto implica que todo debe ser verificado, que es imprescindible asegurarse de quién tiene acceso a la información, segmentando a los usuarios e implementando medidas de autenticación de factor múltiple. Además, este es el momento de enseñar a la plantilla cómo acceder a la información de forma segura y remota.
  • Vigilar los accesos a la información a través de cualquier dispositivo. Es probable que, en muchos casos, los empleados trabajen desde casa utilizando su propio portátil o su smartphone. Por este motivo, es clave adelantarse y establecer un plan de gestión de amenazas, como fugas de datos o ataques, que se propaguen desde estos dispositivos a la red corporativa.
  • Comprobar la salud de la infraestructura. Para incorporar herramientas de acceso remoto seguras en el flujo de trabajo, es imprescindible tener una VPN o SDP. Esta infraestructura tiene que ser sólida, y debería testarse para asegurar de que pueda manejar una gran cantidad de tráfico mientras los empleados trabajan desde casa.
  • Definir los datos. Hay que dedicar tiempo a identificar, especificar y etiquetar los datos sensibles con el objetivo de preparar políticas que aseguren que solo las personas adecuadas puedan acceder a ellos. En definitiva, revaluar tanto la política corporativa como la segmentación de los equipos para establecer varios niveles de acceso acordes al nivel de sensibilidad de la información.

“Desde Check Point destacamos que la precaución es la mejor herramienta de seguridad para garantizar la protección de la información, ya que siempre es mejor poner medidas de contención para detectar ciberataques antes de que ocurran y, así, evitar las consecuencias derivadas de una brecha de seguridad”, destaca Mario García, director general de Check Point para España y Portugal.

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