Redacción. La Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Empleo e Industria, ha convocado dos líneas de subvenciones dirigidas a mejorar la productividad y reforzar la competitividad del tejido industrial regional.
La primera línea, que cuenta con un presupuesto de 160.000 euros, pretende ayudar a las pymes a impulsar el desarrollo tecnológico de sus procesos productivos mediante la metodología Lean Manufacturing.
El Lean Manufacturing es un método de organización del trabajo que se centra en la optimización del proceso de fabricación, empleando solo los recursos que generan valor añadido. El uso de estas técnicas, de origen japonés, permite a las empresas reducir los tiempos y los costes de producción, lo que redunda en la mejora de su competitividad.
Con esta línea de ayudas se financiará tanto la implantación de sistemas de gestión basados en Lean Manufacturing, como la preparación previa para dar este paso a través de la contratación de servicios de consultoría e ingeniería, siempre que incluyan la elaboración de un plan de actuaciones. En ambos casos, los proyectos deben ir acompañados de una fase de diagnóstico.
Se consideran iniciativas de Lean Manufacturing las relacionadas con reingeniería de flujos de materiales y procesos logísticos para lograr una mayor eficiencia, disminución de tiempos y supresión de ineficiencias de una unidad productiva, reingeniería de líneas de producción, rediseño de la conceptualización y desarrollo de nuevos productos y procesos y reducción de los defectos, rechazos y reprocesos.
El importe individual de la ayuda podrá alcanzar hasta el 50 % de los costes, con un límite máximo por proyecto de 10.000 euros.
La segunda línea de ayudas, dotada con 80.000 euros, financia iniciativas de formación en seguridad industrial llevadas a cabo por entidades sin ánimo de lucro.
El objetivo es potenciar la realización de cursos encaminados tanto a la obtención de los carnés profesionales y otras habilitaciones necesarias para operar en este ámbito, como a la mejora de la cualificación técnica de los agentes que ya intervienen en el campo de la seguridad industrial.
Las iniciativas formativas financiables son de tres tipos: las orientadas a la obtención de cualificaciones que habiliten profesionalmente, con una cuantía máxima de 6.000 euros por curso, las enfocadas a la obtención de conocimientos técnicos y normativos, con un importe de hasta 2.000 euros, y las centradas en la normativa y la prevención de accidentes en el ámbito de los reglamentos de seguridad industrial, con un montante máximo de 1.000 euros.