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Redacción. Los trabajadores millennials y de la Generación Z serán los auténticos impulsores de una fuerza de trabajo cada vez más creativa, en un contexto empresarial en constante cambio y con la inteligencia artificial amenazando el empleo.

Así se desprende del estudio La creatividad en el trabajo, elaborado por la multinacional Steelcase entre 5.000 trabajadores de las seis economías más industrializadas del mundo: Alemania, Francia, Estados Unidos, España, Reino Unido y Japón.

La investigación analiza las diferentes demandas y expectativas de las generaciones que ahora se incorporan al mercado de trabajo y las que están antes que ellas. Así, las generaciones Y, o Millennial, y Z son las más implicadas en tareas que requieren una mayor dosis de creatividad en sus trabajos.

El 88 % de la Generación Z y el 78 % de los millennials afirman que son creativos diaria o semanalmente, frente al 70 % de las generaciones X y Baby Boomers.

También muestran una ambición creativa mayor que los trabajadores de más edad. Así, al 61 % de los miembros de la Generación Z y al 60 % de la Generación Y les gustaría desempeñar esta habilidad aún con mayor frecuencia, frente al 52 % de los miembros de la Generación X y al 45 % de los baby boomers.

La creatividad gana importancia, pero las empresas no la favorecen

La creatividad es una habilidad laboral que ha ido ganando cada vez más importancia durante los últimos años. “La tecnología está cambiando de manera abrumadora la forma de vivir y trabajar y la integración de la inteligencia artificial en nuestras vidas será cada vez más mayor. Sin embargo, los robots serán una herramienta de ayuda para los humanos, no la competencia”, asegura Alejandro Pociña, presidente de Steelcase.

Lo más difícil del proceso de automatización será “gestionar y formar a las personas y aplicar los conocimientos en la toma de decisiones, la planificación o el trabajo creativo”, explica Pociña.

A nivel mundial, las compañías exigen más creatividad por parte de los empleados, sin embargo, este estudio demuestra que las empresas no están concediendo a los trabajadores ni el tiempo, ni el espacio, ni las condiciones necesarias para que aflore la creatividad.

La investigación llevada a cabo por Steelcase también arroja diferentes opiniones respecto a las barreras que inhiben la creatividad en las empresas. Así, para los trabajadores más jóvenes - Generación Z y Millennial- consideran que la sobrecarga laboral (33 % y 38 %, respectivamente) y los entornos laborales poco inspiradores (26 % y 23 %) son los mayores obstáculos.

Para los baby boomers (37 %) y la Generación X (35 %), los procesos organizacionales constituyen el menor freno para desarrollar la creatividad.

Una oportunidad para las organizaciones

Si bien las diferentes generaciones pueden ver barreras diferentes para desatar su creatividad, el deseo de ser creativo está muy presente en todos los sectores empresariales.

“La oportunidad para las compañías radica en garantizar que su lugar de trabajo fomente la creatividad para toda su fuerza laboral, ya sea mediante la creación de entornos más inspiradores y la racionalización de los procesos internos de las compañías”, afirma Pociña.

Por su parte, los trabajadores también pueden fomentar su creatividad gracias al movimiento, la conexión con la naturaleza, buscando ambientes laborales más estimulantes e inspiradores dentro de la oficina y cambiando su actitud ante el fracaso.

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