Hoy ocupan las portadas el acuerdo firmado entre PSOE y Unidas Ponemos para un Gobierno de coalición, que incluye numerosas medidas en el área laboral que tienen un impacto directo no solo en los trabajadores, sino, sobre todo, en las empresas.
La primero que debemos tener en cuenta es que se trata de un “acuerdo programático”, lo que podría entenderse como una declaración de intenciones para la nueva legislatura. Se trata de un documento de 50 folios, de los cuales, las medidas que afectan a lo laboral/social vienen recogidas en las páginas 3 a la 8. Y algunas de estas medidas son muy genéricas y no incluyen mayores detalles sobre cómo se van a implementar.
El marco en el que se ha presentado este acuerdo es de protección a los derechos sociales. Por ello, se entiende, y así se desarrolla en todo el documento, en una protección única y exclusiva a los trabajadores, pero en ningún apartado se cita a los empresarios.
Con ello se evidencia que los partidos progresistas aprecian la perspectiva de lo laboral y social de abajo hacia arriba, como si quienes generaran trabajo y empleo fueran los trabajadores, pero sin tener en cuenta que una continua legislación que carga y emite tensión al empresario, a medio plazo afecta también a los trabajadores.
El punto 1.2 habla de crear un nuevo Estatuto de los Trabajadores que se adapte al siglo 21 y de un “reequilibrio necesario”; pero, si solo corrige aspectos de un lado de la balanza, esta quedará descompensada.
Uno de los aspectos genéricos tratados en dicho documento es la lucha contra la precariedad laboral, aunque luego lo desarrolla matizando que el contrato ordinario sea el indefinido. Así mismo, se quiere derogar el despido por absentismo por enfermedad y el ámbito temporal del convenio colectivo, y priorizar el convenio colectivo de empresa sobre el convenio colectivo sectorial.
Luego se enumeran algunas medidas también genéricas y sin desarrollar, como la voluntad de modificar el artículo 42.1 ET sobre la limitación de la subcontratación o limitar la modificación sustancial de las condiciones de trabajo (art. 41 ET) y revisar el descuelgue de los convenios colectivos.
Otro aspecto de gran relevancia es la nueva subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) “hasta alcanzar progresivamente el 60 % del salario mínimo en España, tal y como recomienda la Carta Social europea”. Si tenemos en cuenta la cantidad de consecuencias laborales que ha tenido la reciente subida del SMI, un nuevo incremento, que, tal como ha recogido la prensa, podría alcanzar los 1.200 euros, conllevará un reajuste importante en las empresas.
En relación con los contratos, se va a crear un nuevo contrato formativo -contrato de becario-, se va a revisar la modificación sustancial de las condiciones de trabajo (art. 41 ET) y lo ordinario será el contrato indefinido.
Además, se favorecerá el contrato fijo discontinuo e, igualmente, la distribución irregular de la jornada. En el acuerdo también se expresa la voluntad de revisar las causas que justifican cualquier medida laboral adoptada por el empresario -económicas, técnicas, organizativas o de producción- y el refuerzo de la lucha contra el fraude laboral, concretamente en relación con la concatenación de contratos temporales.
Otras iniciativas son las relativas a la prevención de riesgos laborales, que se concreta con la actualización del catálogo de enfermedades. También hay medidas -actualizaciones- en el empleado público; entre ellas, una de las más destacadas es la equiparación salarial de policías con guardias civiles.
Una medida que me parece importante es el alta en el régimen general a las empleadas del hogar. Si tenemos en cuenta la subida del SMI a 1.200 euros y los costes sociales, podríamos estar hablando de una carga económica para el empleador de 1.800 euros al mes.
¿Qué efectos tendrán estas medidas? Las consecuencias serán importantes y tendrán repercusiones en la contratación de las empleadas del hogar, si tenemos en cuenta que pocas familias se pueden permitir este sobrecoste en la economía familiar.
En resumen, si se aprecian estas medidas de abajo hacia arriba, claramente, en un primer vistazo, son muy favorecedoras para el trabajador, pero ¿y para el empresario? Si ellos son quienes crean empleo y riqueza y se les carga de trabas, poco podrán generar.
De hecho, es previsible que aumente el número de despidos de forma importante debido a que los empresarios no cuentan con el respaldo económico para acometer esta anunciada avalancha de modificaciones laborales y sociales.