Cuatro técnicas para desconectar de la jornada laboral

Una de las consecuencias de este mundo rápido en el que vivimos hoy es el estrés laboral. Son dos acciones consecutivas: comenzar la jornada y sentir crecer el ritmo en tu interior, ya que, mientras preparas unos asuntos, sabes que hay otras tareas que esperan con urgencia tu atención.

Y así como a veces sentimos claramente el clic del inicio de la jornada laboral, cuando finaliza la misma, nuestro propio estado mental nos hace imposible que hagamos el clic de desconexión.

Implantar un hábito nuevo en nuestra vida no es fácil, pero, si eres constante, los estudios demuestran que, pasados veinte días manteniendo una nueva actividad, esta ya queda fijada como hábito.

Desde Mindgram, plataforma europea B2B que ofrece apoyo integral a los empleados en el ámbito del bienestar, han ofrecido cuatro posibilidades para que puedas desconectar del trabajo cuando has terminado tu jornada laboral.

Organiza tu vida privada

Dedica quince minutos a la semana a programar tu agenda personal: anota tus sesiones en el gimnasio, citas médicas, revisiones del coche, hacer la compra semanal o quedar con tus amigos para ir al cine.

Por las mañanas, revisa tu agenda personal antes de empezar tu jornada; con eso le estás diciendo a tu cerebro que después del trabajo tienes otras cosas que hacer.

Prepara en tu hogar un rincón de desconexión, un refugio donde estar a solas que te permita recuperar la calma interior. De este modo, si tu agenda personal está vacía, realizar actividades como leer, prepararte una infusión, cocinar o ver una película clásica te van a ayudar a desconectarte del ruido interior que traes del trabajo.

Disciplina en tu vida laboral

Cuando finalices tu jornada laboral, dedica los últimos minutos a organizar tu agenda del día siguiente. De esta forma te haces consciente de que tu jornada de hoy está finalizando y de que mañana retomarás tu trabajo donde lo dejaste.

Indica los eventos obligatorios y haz una lista de las tareas pendientes, ordenándolas por prioridad, para que al día siguiente, de un vistazo, sepas por dónde empezar.

Asigna también un tiempo máximo para cada tarea, especialmente si se trata de hacer informes; con esta acción te aseguras de no dedicarle más tiempo del planificado y es una muy buena forma de agilizar el progreso en tareas no fácilmente cuantificables.

Si eres firme en mantener esta dinámica, te mantendrás alejado del temido desgaste ocupacional, coloquialmente, del “estar quemado” en el trabajo.

Identifica cuándo has terminado de trabajar

Para ello, prueba haciéndote consciente de la puerta que cierras o del ordenador que apagas. Los actos mecánicos se hacen sin darnos cuenta: ¿no te ha pasado nunca tener que volver sobre tus pasos para comprobar si habías cerrado la puerta de casa con llave o apagado la calefacción?

Hay personas que consiguen desconectar de su trabajo cuando dejan las llaves al volver a casa, otras cuando se suben al coche; haz que tu cerebro se dé cuenta de ese gesto que le dice que ya tu jornada laboral terminó por hoy.

También es recomendable que no te permitas mirar el correo del trabajo y que pongas en silencio o apagues el teléfono móvil; estas herramientas han de tener un horario de uso, y, si te permites consultarlas, es que no has desconectado del todo.

Si cuando estás fuera del trabajo habitualmente te asaltan pensamientos con tareas laborales pendientes, no te cargues mentalmente con la manida frase “mañana tengo que acordarme de”. Envíate un correo con una breve nota sobre eso que tienes que hacer; si eres constante manteniendo actualizada tu agenda, pronto esa rutina mental que tanta inquietud te genera habrá desaparecido.

Relajación, respiraciones y mindfulness

Las técnicas de respiración controlada son muy efectivas para favorecer la relajación y ayudarte a disminuir el estrés.

Utilizando una respiración rítmica y lenta, dirigiendo el aire hacia la base del abdomen y controlando los tiempos, enfocas tu atención hacia el flujo de aire y realizas ejercicios mentales para dejar ir los pensamientos y potenciar la concentración, disminuyendo tu tensión.

Adicionalmente, el realizar actividades de mindfulness, como las que ofrece la plataforma de Mindgram, guiadas por profesionales y disponibles las 24 horas, te proporcionarán un bienestar físico y mental muy beneficioso que mejorará, sin duda, tu calidad de vida.

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