Redacción. Un 30 % de las pymes españolas recurren a las tarjetas de crédito corporativas para financiarse.
Así lo pone de relieve el estudio SME Pulse 2019, elaborado por Oxford Economics para American Express, según el cual el capital circulante es la fuente de financiación del 70 % de las pymes de nuestro país, el 58 % recurre a préstamos bancarios, el 50 % a activos financieros y el 34 % al Peer to Peer.
Aunque el 77 % de las pymes están satisfechas con las opciones de financiación disponibles para su negocio, solo el 47 % tienen una opinión positiva o muy positiva de la financiación de las empresas por parte los bancos tradicionales, y un 15 % tienen una opinión negativa o muy negativa.
El 7 % de las pymes se declaran descontentas con el tiempo que lleva el proceso de solicitud de financiación con los bancos tradicionales, un 11 % con la imparcialidad a la hora de aceptar o rechazar una solicitud, un 13 % con la cantidad de solicitudes recibidas en comparación con las solicitadas, un 14 % con los costes (cuotas e intereses), un 13 % con el impacto en otros créditos otorgados por la misma entidad y un 5 % por la calidad del servicio.
A la hora de evaluar opciones futuras de financiación, lo que más valoran las pymes españolas es contar con opciones de pago flexibles (56 %), facilidad de aplicación (42 %), comisiones bajas (40 %), rapidez en la aprobación del crédito (38 %) y que los fondos sean depositados rápidamente (35 %).
Juan Francisco Castuera, Director de AXP Global Commercial Services de American Express España, explica que “para aumentar sus exportaciones y optimizar su nivel de productividad, las pymes prefieren usar diferentes soluciones de capital circulante para optimizar su flujo de efectivo y como fuente alternativa de financiación más allá de las tradicionales, como las líneas de crédito bancario”.