Redacción. La incorporación al mercado laboral de los recién titulados siempre ha resultado un proceso complejo. Sin embargo, tras la llegada del covid-19, los obstáculos a los que tienen que hacer frente los jóvenes antes de poder dar el salto al mundo laboral se multiplican en forma de prácticas no remuneradas, becas pendientes de un hilo, contratos temporales o procesos de selección en stand by, entre otras barreras.
En este contexto, Lukkap, consultora internacional experta en transformación de personas y empresas, ha anunciado el lanzamiento de la séptima edición del programa Aprender a volar, una iniciativa que ofrece apoyo y orientación a hijos de empleados de sus clientes que se encuentren en búsqueda de su primer trabajo después de haber finalizado sus estudios.
“En un momento tan difícil como el que estamos atravesando y en el que muchos de los jóvenes pueden haber visto sus aspiraciones profesionales frustradas, nuestra misión y apuesta como compañía por transformar personas y empresas cobra más sentido que nunca. De ahí que, basándonos en nuestra metodología y conocimiento, decidiésemos poner en marcha un programa pensado para un importante activo futuro como es el talento joven”, señala Ana Taboada, directora de outplacement y desarrollo de carreras en Lukkap.
Aprender a volar incluye seminarios grupales donde desarrollar aquellas habilidades más demandadas en el mundo laboral, así como talleres de networking, preparación de entrevistas de trabajo, tanto presenciales como online, y grupos de trabajo donde aprender a desarrollar un currículo o carta de presentación.
Además, este programa cuenta con sesiones individuales con los consultores de la compañía para trabajar de forma más personalizada y orientar a los participantes en su futuro profesional.
En esta nueva edición participan empresas de la talla de IKEA, Alcampo, Cepsa o Cofares, motivadas por continuar ayudando y apoyando a jóvenes en un momento tan importante de sus vidas.
“Se trata de un momento crucial en el que los jóvenes tienen que tomar decisiones importantes que marcarán su desarrollo personal y profesional. Poder aportar un poco de luz y ayudarles en este punto es un pequeño gesto con el que podemos contribuir en el futuro de la sociedad, desarrollando a los jóvenes con orientación y herramientas que no solo les ayudarán hoy, sino que también les servirán para estar preparados para el día de mañana”, concluye Taboada.