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Redacción. En el mercado laboral en el que vivimos, destacar sobre la multitud es una cuestión de vida o muerte para empresas y particulares.

Nos ha tocado formar parte de la era digital, y debemos tomarlo como una oportunidad para constituir nuestra marca personal en un ‘nuevo’ medio que actúa como altavoz, nos permite llegar a millones de personas y, al mismo tiempo, esas personas pueden hacernos saber su opinión de una manera instantánea.

La importancia de tener notoriedad y buena reputación en Internet no solo se traduce en una imagen positiva, sino también en nuevos clientes e ingresos extra.

Según el último Estudio Anual de Redes Sociales realizado por IAB Spain, el 78 % de los usuarios reconoce seguir marcas a través de redes sociales, y un 26 % admite que la presencia de estas en las redes hace que aumente la confianza en la marca.

De hecho, más de la mitad de los usuarios declara que las redes sociales han influido alguna vez en su proceso de compra, por lo que podemos decir que estar presentes y de forma activa en ellas tiene una repercusión directa en los ingresos de tu negocio.

Aprender a desarrollar tu marca personal es un proceso que requiere, como todo, de una formación específica. Se necesita agudizar el mensaje y comunicar quién eres, qué haces, para quién, qué representas y en qué crees. Debes posicionarte adecuadamente, con una estrategia de comunicación coherente a tu marca y un contenido sólido y atractivo para tu comunidad.

Está claro que el sector en el que desees desarrollarte como profesional o en el que se inserte tu negocio va a condicionar la formación necesaria para conseguir llevar adecuadamente tu misión. Sin embargo, en la actualidad existen cuatro puntos fundamentales que todo el mundo debe reunir para conseguir gestionar tu marca personal con éxito.

  • En primer lugar, debemos aprovechar nuestro alcance, es decir, sacar ventaja sabiamente de las herramientas que tenemos en nuestras manos. Todos tenemos un alcance, incluso si solo se trata de contactos locales, compañeros de carrera o estudiantes. Es por ahí por donde debemos empezar. Algunas redes sociales como LinkedIn pueden ser un buen lugar para contactar con ellos y comenzar a crear tu red, alzar tu voz y ganar difusión de tu perfil profesional o empresa.
  • Tu marca personal debe generar confianza, por lo que debes alinearla con tus valores personales y tus pasiones. Si haces de aquello en lo que crees y te gusta, tu trabajo, tu marca se percibirá como auténtica, y eso se convierte en un valor extra para los que la ven.
  • La siguiente clave es la disciplina. Para alcanzar el éxito se debe ser constante y trabajar duro. La marca personal es una mentalidad, debes identificarte con ella, creértela, y debes hacerla extensible a todos los ámbitos de tu vida. Esto es lo que hace que funcione y termine dando sus frutos.
  • No te limites, nunca descartes nuevas oportunidades antes de tan siquiera escucharlas y analizarlas en profundidad. Tu marca personal ha conseguido llegar a otro lugar, no pongas obstáculos, esta podría encontrar su máximo apogeo en otro sector, en otro país, en otro mercado, etc. No ignores potenciales oportunidades.

En un entorno laboral marcado por la competencia, la marca personal es lo que te va a permitir destacar entre los demás. Por ello, debemos preocuparnos por desarrollarla de forma apropiada para ser percibidos como referentes y convertirnos en empresas o profesionales reconocidos o reputados.

La marca personal trata de construir relaciones, iniciar diálogos, hacer preguntas, tener una mente abierta, positiva, accesible y equilibrada. Somos la huella que dejamos en nuestro entorno con cada interacción, y no debemos olvidar que este impacto puede ser tanto real como virtual.

Andrés Pérez

Andrés Pérez
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