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Redacción. Un total de 77 emprendedores con discapacidad pusieron en marcha sus proyectos en 2019 gracias al programa de Fundación ONCE de apoyo al emprendimiento o creación de empresas de la economía social por parte de personas con discapacidad.

El objetivo de estas ayudas, que Fundación ONCE ofrece en calidad de organismo intermedio del Programa Operativo del Fondo Social Europeo de Inclusión Social y Economía Social 2018-2022 (Poises), es fomentar el empleo y mejorar la empleabilidad y la inserción sociolaboral del colectivo.

Desde 1988, año en el que se puso en marcha esta iniciativa de fomento del autoempleo, se han concedido ayudas a 1.823 emprendedores con discapacidad.

Entre las iniciativas presentadas para la última edición de estas ayudas figuran, por ejemplo, una aplicación para localizar aparcamiento para las personas con movilidad reducida, la comercialización de un juego terapéutico, un proyecto de musicoterapia, una tienda online de cosmética rural y un centro de realidad virtual de simulación de competición de rallies.

También hay iniciativas relacionadas con el mundo rural, que van desde un alojamiento de turismo hasta un servicio de abogacía, pasando por explotaciones ganaderas o un servicio de ecoformación.

De las 77 ayudas concedidas en esta última edición del programa, un 58 % han sido para hombres y un 42 % para mujeres. En cuanto a la distribución geográfica, 24 han ido a parar a beneficiarios que viven en Andalucía, ocho han sido para emprendedores radicados en Castilla-León, Cataluña, Extremadura y Galicia, siete para proyectos desarrollados en Asturias, seis para iniciativas de Madrid y tres para emprendedores de Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana, además de una ayuda para un proyecto en Canarias y otra para uno de la Región de Murcia.

En el periodo de ejecución 2018-2022, Fundación ONCE destinará 2,6 millones de euros para impulsar el emprendimiento de personas con discapacidad. Además, en esta convocatoria se han incorporado criterios específicos para favorecer, por ejemplo, el emprendimiento de las mujeres con discapacidad.

Los emprendedores reciben una ayuda económica fija y mínima de 3.000 euros, que se puede incrementar en función de su perfil: hasta 2.000 euros más los colectivos con discapacidad con especial dificultad, entre los que se encuentran personas con parálisis cerebral, enfermedad mental o discapacidad intelectual, 1.000 euros más a las mujeres, los parados de larga duración, los mayores de 45 años y los inmigrantes, y hasta 2.000 euros más a las víctimas de violencia de género, las familias monoparentales y aquellos hogares con todos los miembros en desempleo e hijos menores a cargo.

También se prima a las empresas que generen empleo para otras personas con discapacidad, a los proyectos que, además, fomenten el desarrollo de sectores en crecimiento, como la agricultura ecológica, a los que contribuyan al desarrollo rural y a los que tienen que ver con las tecnologías y sociedad de la información, el turismo especializado, servicios de salud, medio ambiente y a los dirigidos a investigación y desarrollo o a la innovación social.

La suma total de la ayuda no podrá superar, en ningún caso, los 18.000 euros.

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