Redacción. Antes de la aparición del covid-19, el 82 % de las empresas a nivel mundial no incluían una pandemia u otra crisis de salud entre los diez principales riesgos para su organización.
En concreto, la Encuesta Global de Gestión de Riesgos de Aon, realizada en 2019, revelaba que el riesgo de pandemia ocupaba el puesto 60 de un total de 69 riesgos identificados.
La firma de servicios profesionales llevó a cabo en el último trimestre de 2020 una nueva encuesta, titulada Analizando las Prioridades de Riesgos y Resiliencia para un futuro Post-Covid, con el objetivo de evaluar cómo empresas de diferentes sectores han manejado la crisis pandémica, sus prioridades para remodelar sus negocios y las implicaciones para riesgos y seguros.
Este último estudio, en el que participaron más de 500 organizaciones de varios tamaños en 41 países en todo el mundo, identificó diferencias en cómo las empresas han respondido a nivel regional. Antes del covid-19, menos del 30 % de los encuestados en EMEA tenía un plan pandémico, similar al 31 % de Norteamérica, pero que contrasta con el 52 % de los encuestados en APAC que sí tenían un plan.
En particular, las organizaciones en APAC habían desarrollado programas pandémicos más sólidos en respuesta a amenazas similares a las que ya estaban haciendo frente, como el SARS y la gripe porcina. La encuesta desveló que, en todas las industrias y regiones, proteger a las personas y los activos era una prioridad para los participantes.
Las tasas fluctuantes de infección pandémica en cada región son importantes para determinar la etapa en la que se encuentran las empresas: reaccionar y responder, recuperación y remodelación.
Por ejemplo, Norteamérica tiene la proporción más alta de organizaciones en la fase de recuperación, un 59 %, mientras que el 36 % de las organizaciones de APAC informaron que estaban en la fase de remodelación, en comparación con el 29 % de referencia en general, probablemente debido a su experiencia en la progresión de la pandemia.
A pesar de estas diferencias, para Aon surge un tema clave: más de la mitad de las empresas informan que esperan que el covid-19 continúe impactando en su negocio dentro de un año.
El informe global destaca que una parte fundamental de reaccionar y responder a una crisis, y de construir una estrategia exitosa de gestión de riesgos empresariales, será garantizar que la fuerza laboral sea capaz de adaptarse, comunicarse y colaborar cuando esta ocurre.
La mayor dependencia que las organizaciones han depositado en las plataformas digitales las hace potencialmente vulnerables a eventos cibernéticos adversos, pérdida de información e impactos en la reputación en una nueva escala, y requerirá una actualización de la estrategia de gestión de riesgos y cibernética.
La investigación de Aon sugiere que, en el futuro, los líderes empresariales y de riesgo deben ampliar su perspectiva al evaluar los shocks importantes, no solo las pérdidas anticipadas. Desenvolverse ante nuevas formas de volatilidad, construir una fuerza laboral resiliente y repensar el acceso al capital jugarán un papel en la capacidad de una empresa para navegar eventos futuros.
Así mismo, será necesario un enfoque más cohesivo e integrado para recuperarse, no solo de la pandemia, sino también de futuras crisis.
El 80 % de los encuestados globales afirmaron que la pandemia les ha enseñado a adoptar un enfoque empresarial para la gestión de incidentes, colaborando en todas las unidades funcionales que incluyen Riesgo, Recursos Humanos, IT y Finanzas.