El smart farming toma el control de los campos

Los dispositivos inteligentes y las soluciones smart se están extendiendo a muchos sectores diferentes. Ya hemos visto cómo la tecnología se ha colado en nuestro día a día y se ha convertido en una pieza esencial de nuestras vidas, los teléfonos móviles lo demuestran constantemente. Eso, además, podemos trasladarlo al plano profesional, donde los programas informáticos y los dispositivos inteligentes se han convertido en unas herramientas absolutamente imprescindibles.

Y lo más curioso es que no hay sector que se resista a sus encantos. Hasta en el mundo agrícola, tan ligado al campo y a la naturaleza, la tecnología está sembrando toda una revolución que tiene nombre y apellidos: Smart Farming.

Smart Farming, cuando la agricultura se hace más inteligente

Todo el mundo agrícola está dando el salto a las nuevas soluciones y opciones inteligentes. Hasta los vehículos de siempre se están renovando con nuevas tecnologías que facilitan su uso y mejoran su rendimiento, como podemos ver con el tractor John Deere 6150R y otros modelos de la misma marca. Aunque no podemos quedarnos ahí, porque hay muchas más ideas y elementos que están consiguiendo que el trabajo en los campos coseche ya no solo mejores resultados, sino también una mayor comodidad y productividad para todos los profesionales del sector agrícola.

Uno de los más importantes tiene que ver con las condiciones atmosféricas. Ahora, es posible monitorizar las condiciones climáticas de cualquier campo y prever con mucha más precisión cómo van a ser en el futuro tanto a corto como a medio plazo. Asimismo, es posible consultar en tiempo real información sobre la velocidad y sentido del viento, las alteraciones térmicas o incluso el nivel de precipitaciones, y todo desde el teléfono móvil. De este modo, se abre una enorme posibilidad de mejorar la toma de decisiones para aspectos como el regadío, el tipo de cultivo a tratar o los lugares en los que plantar.

El abanico de posibilidades de las nuevas tecnologías es inmenso dentro de este sector. Además de mejorar aspectos comunes a todos los sectores, como por ejemplo la automatización de las contrataciones y otras mejoras destinadas a los Recursos Humanos, pone sobre la mesa muchas soluciones necesarias para el trabajo en el campo. Sin ir más lejos, pueden dar también información en tiempo real sobre las condiciones del suelo (temperatura, concentración de agua, composición, etc.) gracias a los sensores inteligentes que han llegado al mercado recientemente. Así, un agricultor puede concretar mucho mejor cuáles son los tiempos de siembra y cultivo más óptimos para conseguir la cosecha de mayor calidad y reducir el consumo de agua y el gasto en general.

También se ofrece un mejor control de la producción. Es posible tener una medición exacta de los tanques de almacenamiento, conocer el tipo de grano, el forraje y hasta el combustible que se tiene disponible para las máquinas. Lo que la tecnología brinda es un control absoluto de todas y cada una de las variables que afectan a una cosecha. Y eso, al final, permite gestionar mucho mejor cualquier cultivo, abaratar costes, elevar la producción y maximizar el beneficio. ¡Ah! Y también reducir la huella ambiental. Lo mejora absolutamente todo.

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