Apple, TikTok o Meta se encuentran entre las big tech que fueron multadas en los últimos meses debido a diferentes abusos en el tratamiento de los datos personales de sus usuarios.
Estas sanciones están siendo especialmente severas en la Unión Europea, pasando a engrosar una lista de penalizaciones millonarias que continúa encabezada por la impresionante multa de 746 millones de euros a la que fue condenada Amazon en 2021.
La más reciente de estas multas es bastante menor en cuanto a cuantía, apenas unos 6 millones de euros, pero puede tener bastantes consecuencias en el mercado digital debido al contexto en el que se produjo.
Esta sanción puso de relieve la mala praxis que Apple empleaba con el objetivo de situar a este gigante tecnológico en una posición ventajosa a la hora de ofrecer publicidad dirigida a los usuarios de los iPhones.
La polémica del seguimiento de datos en iOS 14
En concreto, la sentencia hace referencia a una actualización del sistema operativo iOS que permitía restringir la recopilación de datos que hacían las diferentes apps instaladas en el iPhone. A partir de esta actualización, los usuarios de iPhones pueden permitir o denegar el seguimiento de aplicaciones como Facebook, TikTok, Twitter y muchas otras, limitando así la recopilación de sus datos privados en internet.
Hasta aquí, todo bien. La medida fue anunciada por Apple como un triunfo frente a las empresas como Meta, que claramente abusan de la recuperación de datos de sus usuarios. Y definitivamente fue capitalizada por los departamentos de relaciones públicas de Apple como una de sus decisiones más populares. Pero entonces, ¿qué sentido tiene la multa de 6 millones de euros que condena a esta actualización del iOS?
El problema está en que todas estas medidas de privacidad solo estaban disponibles para aplicaciones de terceros, no para los dispositivos de la propia Apple, y mucho menos para el sistema operativo en sí mismo.
El objetivo de la medida, entonces, no era preservar la privacidad de los usuarios, sino inclinar la balanza a favor de Apple para obtener mayores beneficios con su publicidad dirigida, y, en una misma jugada, perjudicar a la competencia.
Las herramientas de privacidad, al rescate
Considerando que ninguna de las principales big tech parece ser confiable a la hora de proteger los datos de los usuarios online, están proliferando cada vez más las herramientas de privacidad, como son las virtual private networks (VPN) o red privada virtual.
En el caso de los iPhone, por ejemplo, una iOS VPN permite navegar de manera segura por Internet mediante un sistema de cifrado que mantiene los datos digitales protegidos, y otro tanto puede decirse de su protección de la IP.
La información que compartimos –consciente o inconscientemente– con las grandes empresas tecnológicas no suele estar a salvo, no solo porque estas mismas empresas pueden hacer un uso inapropiado de estos datos, sino porque, con frecuencia, se ven expuestas a hackeos y filtraciones que pueden perjudicar a millones de personas.
El peligro de las filtraciones de datos
Una de las filtraciones más conocidas la sufrió Facebook en 2021, afectando a unos 533 millones de usuarios, muchos de ellos en América Latina. Y lo peor es que no es la primera vulneración -y seguramente no será la última- que sufre esta plataforma.
Se trata de un ejemplo paradigmático, considerando, sobre todo, la enorme cantidad de información que Facebook recopila sobre sus usuarios, que puede caer en manos aún peores debido a la debilidad de sus sistemas.
Resulta evidente, entonces, que la privacidad digital debe recaer cada vez más en los propios usuarios, que deben hacer todo lo posible para reducir al mínimo la información que comparten con las empresas tecnológicas.
El uso de VPN y la prudencia a la hora de facilitar datos personales son dos de las medidas que se pueden adoptar para mitigar el impacto de estas malas prácticas de seguimiento online, ya que, cuando esa información queda en manos de una compañía tecnológica, pasa a estar fuera del control de los usuarios.